El fiscal general Avichai Mandelblit intervino esta tarde (jueves) en una conferencia sobre “Ética de los representantes públicos elegidos”, en el segundo aniversario de la muerte del expresidente del Tribunal Supremo Meir Shamgar, en la Universidad de Tel Aviv.
Mandelblit se refirió en primer lugar a un proyecto de ley presentado por el ministro Gideon Sa’ar, según el cual un sospechoso de haber cometido un delito no podría ser primer ministro. “En los últimos días, el ministro de Justicia ha presentado una propuesta de modificación de la Ley Fundamental, según la cual cualquier persona contra la que esté pendiente una acusación grave no podrá formar gobierno. Según el proyecto de ley, la enmienda no es personal, sino general, y mira al futuro. Esto, al tiempo que impone restricciones y mecanismos adecuados de control y auditoría, teniendo en cuenta otros importantes principios de régimen que se aplican en un Estado democrático”.
“Creo que la enmienda propuesta a la Ley Fundamental no crea nada fuera de lo común, en el sentido de que sigue los pasos de la legislación y de las sentencias del Tribunal Supremo en general, y de la sentencia del presidente Shamgar en particular, que trata de la elegibilidad para los cargos públicos”, añadió Mandelblit.
“El mandato del presidente Shamgar, tanto en sus sentencias como en sus escritos académicos, es que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para defender el ejercicio justo del poder gubernamental. Reforzar el principio del servicio público. La propuesta de ley pretende caminar en esta dirección y ajustar la situación legal de forma aplicable a la elegibilidad de otros cargos electos, también en relación con la elegibilidad para servir como primer ministro. Debe garantizar que la condición de Estado esté por encima de cualquier interés personal”, concluyó.
El ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, dijo en el acto: “Nos encontramos en una importante encrucijada, en la que hay que establecer normas fundamentales que antes se daban por sentadas. Sobre la base de la experiencia, estoy convencido de que evitarlo podría llevar a Israel en un futuro próximo o lejano a lugares muy peligrosos, que podrían hacer añicos los cimientos de nuestro Estado y régimen”.
“Por lo tanto, no me asustan los salvajes ataques y tengo la intención de seguir cumpliendo mi papel en favor del Estado, tal como lo veo”, dijo Saar.