El jueves por la mañana, el Primer Ministro Naftali Bennett y el Ministro de Sanidad Nitzan Horowitz celebraron una evaluación de la situación en relación con el coronavirus y la cepa Ómicron.
Durante el debate, se hicieron propuestas para cerrar el aeropuerto Ben Gurion e imponer severas restricciones -incluso el cierre- a quienes no se vacunen.
El Primer Ministro apoyó algunas de las propuestas, pero el Ministro de Sanidad Horowitz y altos funcionarios del Ministerio de Sanidad se opusieron a varias de las restricciones, argumentando que eran medidas desproporcionadas.
En la audiencia se decidió aumentar la aplicación del Pase Verde a través de un código de barras, haciendo hincapié en la emisión de multas inmediatamente, sin previo aviso, a quienes infrinjan las normas. El Ministerio de Seguridad Interior dirigirá la aplicación de la directiva junto con la policía.
En cuanto a las restricciones en el aeropuerto Ben Gurion, se celebrará un nuevo debate a lo largo del día de hoy, durante el cual se podrán tomar decisiones para suavizar las restricciones impuestas a los ciudadanos vacunados que regresen del extranjero.
El Primer Ministro Bennett también encargó al fiscal general adjunto que evaluara la posibilidad de imponer un bloqueo y la prohibición de salir del país a todos los que no estén vacunados; la sugerencia se retiró posteriormente debido a las complejidades legales.
En cuanto a las restricciones de viaje, se celebrará un debate adicional más adelante.
Participaron en el debate los directores generales del Ministerio de Sanidad, la Oficina del Primer Ministro, el Ministerio de Seguridad Interior, el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Educación, así como el zar de la COVID del gobierno, el director del aeropuerto Ben Gurion y el subdirector del Consejo de Seguridad Nacional, entre otros.
Según los presentes, la reunión fue “tormentosa”, con Bennett y Horowitz gritándose a veces.
El Primer Ministro también pidió que se evaluara la opción de la vacunación obligatoria.