Tras reunirse con las familias de los israelíes retenidos como rehenes en Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu insiste en su compromiso de conseguir su liberación, calificándola de “misión sagrada y suprema.”
“No cejaremos hasta que sean devueltos, y esto es responsabilidad mía y del gabinete de guerra”, afirma en un comunicado.
“Escuché el dolor de las familias. Hablamos de corazón a corazón. Compartí con ellos todo lo que pude sobre los esfuerzos diplomáticos, de inteligencia y operativos que dirigimos las 24 horas del día”, prosigue el primer ministro, que añade que piensa en los rehenes “todo el tiempo”.
“No dejaremos de luchar hasta que traigamos a nuestros rehenes a casa, destruyamos a Hamás y nos aseguremos de que ya no habrá una amenaza desde Gaza”.