El ex jefe del Mossad, Yossi Cohen, pidió el domingo que se detenga la legislación de la reforma judicial, al tiempo que atacó el fenómeno de la negativa a prestar servicio como medio de protesta contra la reforma.
En una entrevista con Channel 12 News, Cohen explicó su decisión de pronunciarse públicamente, algo poco habitual en él. “He decidido que es hora de hacer un llamamiento. Para detener lo que estamos viendo ahora. Recalcular o pensar en cómo tomar un nuevo rumbo juntos”.
“A nivel personal, el Estado de Israel es lo que más me interesa, junto con mi familia, mis amigos y todas las demás cosas que son importantes. Esta noche siento, y así es como he pasado yo también esta noche tan compleja, que estamos realmente en un rumbo de colisión en el que, en mi opinión, tanto los que se oponen a la reforma como quizá también en el otro lado, podrían cruzarse líneas rojas que no se han cruzado hasta ahora.”
“Para que estas líneas no se crucen y para que sigamos viviendo aquí en un Estado soberano, un Estado democrático y judío, y no puedo separar entre estas cosas y decir qué es más importante que qué, todo a mis ojos es importante como una sola vía. Creo que ha llegado el momento y no pasará nada si nos detenemos, pensamos, hablamos juntos y quizá intentemos llegar a algún tipo de acuerdos”, añadió Cohen.
“Temo que si no digo lo que pienso, la situación del Estado de Israel pueda, Dios no lo quiera, deteriorarse. La preocupación nacional pesa más que la privada. No se pone el interés personal como interés determinante. Puse el interés nacional como interés determinante. Mis amigos, mis colegas de las organizaciones de defensa, todos aquellos que dicen «estamos ahí para protegeros a vosotros, los ciudadanos del Estado de Israel, hasta el punto de pagar un precio personal» – este es el acontecimiento determinante. El Estado de Israel está por delante de nuestros intereses personales, y así es como me siento hoy”, continuó.
Cohen continuó diciendo que las manifestaciones son lógicas, pero que negarse a prestar servicio está fuera de lugar.
“Una línea roja que no creo que deba cruzarse es el servicio de seguridad. He trabajado con todos los primeros ministros desde 1983. Hay gente que trabajó conmigo, cuya opinión política ni siquiera conozco. No les preguntamos. Pedí que se detuviera [la legislación] porque mi mayor temor es que vayan allí y esta sea la línea roja que se cruce. No quiero que se cruce esta línea y también estoy firmemente convencida de que es un error cruzarla. En este asunto hay que ser muy, muy firme. Creo que estoy totalmente de acuerdo con la posición del Jefe del Estado Mayor.
Herzi Halevi tiene razón en su resuelto llamamiento: «No hagas eso. Perjudicará la competencia de todos nosotros»”.