El primer ministro, Biniamín Netanyahu, rechazó los esfuerzos de reconciliación que se están desarrollando entre la Autoridad Palestina y el grupo terrorista islámico Hamás, que controla Gaza, y aseveró que cualquier futuro gobierno palestino debe disolver el brazo armado de la organización terrorista y cortar los lazos con Irán.
“Esperamos que quien habla de un proceso de paz reconozca a Israel y, por supuesto, reconozca al Estado judío; y no aceptaremos las falsas reconciliaciones donde el lado árabe está reconciliándose a expensas de nuestra existencia”, afirmó Netanyahu durante una reunión de su partido Likud en la ciudad de Maalé Adumim, en Judea y Samaria.
“Tenemos una actitud muy directa hacia cualquiera que quiera realizar una reconciliación de este tipo, nuestra posición es muy simple: debe reconocer al Estado de Israel, desmantelar el ala militar de Hamás, romper las relaciones con Irán, que está llamando a nuestra destrucción. Son cosas muy claras”, aseveró.
Una delegación de 300 funcionarios de la Autoridad Palestina entró en Gaza para comenzar a recuperar el control administrativo de la Franja.
Fatah, la facción que controla a la Autoridad Palestina, y Hamás han estado en desavenencias desde que el grupo terrorista islámico tomó el control de la Franja en 2007; en tanto que ambos grupos operaban administraciones separadas. Estas facciones palestinas han tratado varias veces sin éxito de reconciliarse en el pasado.
Netanyahu prometió a las autoridades de Maalé Adumim que promoverá la construcción de 1.200 viviendas en la zona.
Por su parte, el ministro de Educación del partido religioso nacional (Habait Haiehudí), Naftalí Bennett, aseguró que el proceso de conversaciones entre Hamás y la AP “no trata sobre la reconciliación palestina, sino sobre un Abu Mazén (Mahmud Abbás) acercándose a una organización terrorista”.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Rami Hamdallah, llegó a Gaza para celebrar la primera reunión ministerial que tiene lugar en ese enclave costero desde diciembre de 2014, tras la decisión de Hamás de devolver a la AP el control administrativo de la Franja.