La Fiscal general Gali Baharav-Miara arremetió contra el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, afirmando que su investigación sobre las acciones de Israel carece de jurisdicción.
Además, calificó de “infundadas” sus solicitudes de órdenes de arresto contra el primer ministro y el ministro de defensa. Baharav-Miara destacó que el sistema legal y las agencias de aplicación de la ley en Israel examinan cualquier sospecha de acción ilegal.
“La decisión del fiscal ignora, entre otras cosas, el hecho de que el sistema legal israelí ha demostrado su independencia en el pasado, su imparcialidad y su compromiso con los valores de la verdad y la justicia”, declaró Baharav-Miara durante una conferencia de la Asociación de Abogados de Israel en Eilat.
“No nos alejamos de hacer cumplir la ley contra cualquier persona, incluso contra los jefes del ejército y del estado, si hay sospechas bien fundadas de violaciones de la ley. Examinamos y examinaremos a fondo las sospechas de acciones ilegales. No necesitamos ayuda externa para esclarecer actividades criminales sospechosas”.
La fiscal general también señaló que actualmente el ejército está llevando a cabo investigaciones criminales sobre posibles violaciones de la ley durante la guerra en Gaza.
“Los estados que establecieron la CPI la vieron como una herramienta para lidiar con situaciones donde no hay ‘ley ni juez’. Esa no es nuestra situación”, añadió.
“Los pasos tomados por el fiscal de la CPI contravienen la idea legal básica sobre la cual se fundó la corte, el principio de complementariedad”.
Baharav-Miara también declaró que “cualquier persona inteligente que mire directamente la realidad sabe que los desafíos de luchar contra Hamás son sin precedentes”, y afirmó que la organización terrorista no solo viola el derecho internacional, sino que también “abusa de manera manipuladora del compromiso de Israel con esas normas”.
Insistió en que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están operando de acuerdo con las leyes de la guerra, lo cual describió como una postura “no de debilidad, sino de fortaleza, la fuerza moral del estado judío y democrático”.
La fiscal general también denunció los procedimientos en la Corte Internacional de Justicia, calificando la alegación de Sudáfrica de que Israel estaba cometiendo genocidio como “indignante” y un “uso cínico e ilegítimo de los procedimientos de la corte”.
Además, describió la demanda de Sudáfrica como “infundada” y como una “distorsión total del concepto de ‘genocidio’”.