El ministro de Educación, Yoav Kisch, visitó una escuela del campo de refugiados de Shuafat al comienzo del año escolar y escuchó al personal de la escuela hablar del abandono que sufre el barrio.
El ministro también señaló como objetivo integrar el mayor número posible de instituciones en el plan de estudios israelí, una medida controvertida en el este de Jerusalén.
La visita se realizó con una importante escolta armada y en vehículos blindados.
Kisch escribió tras la visita “Ayer, en el campo de refugiados de Shuafat, fui a examinar las previsiones para el nuevo año. Al mismo tiempo, aprendí a decir paloma en árabe”.