El observador del gabinete de guerra israelí, Gadi Eisenkot, ha presentado recientemente al gabinete de guerra un plan detallado para la reconstrucción de Gaza tras la guerra, ofreciendo una alternativa al propuesto anteriormente por el primer ministro Benjamin Netanyahu, según fuentes de Ynet. Este plan se presenta en un contexto posterior a la eliminación de Hamás y el rescate de todos los rehenes en poder del grupo terrorista.
La propuesta de Eisenkot sugiere que, tras la pacificación de la región, la gestión de los asuntos civiles de Gaza se delegaría en una entidad local palestina. Esta entidad operaría bajo la vigilancia de una coalición internacional liderada por los países árabes y Estados Unidos, lo que supondría un cambio significativo en la administración de la región.
La clave del plan es la formación de una entidad palestina reformada, considerada esencial para garantizar la estabilidad de Gaza a largo plazo. Deberá emprender tareas críticas como erradicar el terrorismo contra Israel, reformar el sistema educativo para eliminar la incitación al terror y abolir las políticas de compensación por actos terroristas contra israelíes.
Además, el plan estipula que cualquier futuro Estado o entidad palestina debe estar completamente desmilitarizado. Esta condición se ajusta a las preocupaciones de Israel en materia de seguridad y se propone como solución temporal a la exigencia estadounidense de establecer un Estado palestino independiente.