El martes, durante la conferencia jurídica del Colegio de Abogados de Tel Aviv, el presidente del Partido de Unidad Nacional, MK Benny Gantz, se pronunció sobre la incitación dirigida contra el primer ministro Benjamin Netanyahu en el contexto del reciente acuerdo de rehenes.
“Quiero aclarar algo evidente: Netanyahu no es un asesino, y condeno cualquier incitación en su contra. Sin embargo, Sinwar es un asesino, al igual que Hamás, Hezbolá y la Guardia Revolucionaria, que son nuestros enemigos.
Pero Netanyahu ha perdido el rumbo, considerándose a sí mismo como el Estado, lo cual es peligroso. Él lidera la errónea creencia de mantenerse en el poder a cualquier costo. Por eso no implementará las reformas legales, económicas, sociales y de seguridad que son necesarias”, declaró Gantz.
Además, Gantz dirigió duras críticas al ministro de Justicia, Yariv Levin. “Incluso en estos tiempos difíciles, el ministro de Justicia sigue desmantelando el sistema judicial y perjudicando a los ciudadanos de Israel. Se niega a convocar al comité de selección de jueces y a tomar el paso crucial de elegir al presidente del Tribunal Supremo, después de más de un año.
Hay normas que antes no se habrían transgredido. El ministro de Justicia no habría esperado a una petición al Tribunal Superior para cumplir con la ley. Mientras nuestras fronteras arden, todas las demás fronteras del país están siendo cruzadas en nombre de la política mezquina. Es como si no hubiéramos aprendido nada”, expresó Gantz.
Gantz también señaló la pérdida de confianza en el sistema judicial, reconociendo la necesidad de mejoras. “Coincido en que hay margen de mejora en este ámbito. Debemos estar abiertos al consenso, especialmente en el nombramiento de los próximos tres jueces del Tribunal Supremo.
No debemos descartar ideas de consenso sin una cuidadosa reflexión, siempre que los jueces, sean conservadores o liberales, estén profesionalmente capacitados. Los jueces también deben recordar que la mayoría no siempre estuvo de su lado, y nadie es inmune a ello. El sistema debe orientarse al consenso”, subrayó Gantz.
En su opinión, “uno de los primeros pasos que debe tomar el próximo gobierno es la aprobación de una ‘ley básica’ que regule las reglas del juego.
Esta ley básica sería el pilar del sistema jurídico, permitiéndonos regular otros temas: desde el número de jueces necesarios para invalidar una ley hasta la definición de las leyes básicas y los procedimientos para su promulgación.
Esta ley básica debería ser aprobada por una gran mayoría, idealmente por todas las facciones de la Knéset, siguiendo los principios presentados en la Casa Presidencial. Con un trabajo adecuado, 100 miembros de la Knéset podrían aprobar esta ley básica, permitiéndonos pasar de una crisis constitucional a un arreglo constitucional histórico”.