El ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, informó a los medios en Tel Aviv sobre “señales iniciales que indican la posibilidad de avanzar” en un “nuevo marco” para la liberación de los rehenes capturados el 7 de octubre por el grupo terrorista Hamás. Esta actualización surge tras un período donde las conversaciones parecían haberse estancado.
Gantz enfatizó la determinación de Israel de recuperar a los rehenes, asegurando que “no perderemos ninguna oportunidad de traer a los rehenes a casa” y prometiendo que “no se dejará piedra sin remover” en los esfuerzos por lograr su liberación.
El contexto de estas declaraciones incluye la reciente negativa del primer ministro Benjamin Netanyahu de enviar una delegación israelí para continuar las negociaciones sobre los rehenes en El Cairo, una decisión que generó fricciones dentro del gabinete de guerra, particularmente con Benny Gantz y Gadi Eisenkot del partido Unidad Nacional.
Gantz también declaró que Israel está preparado para iniciar operaciones en Rafah durante el Ramadán si no se alcanza un acuerdo sobre los rehenes antes del inicio del mes islámico, aproximadamente el 10 de marzo.
Además, Gantz acogió con satisfacción la decisión de la Knesset de rechazar el reconocimiento unilateral de un Estado palestino y se opuso a la propuesta del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, de imponer sanciones amplias a los árabes israelíes que se encuentren en el Monte del Templo durante el Ramadán.
Gantz aclaró que cualquier restricción se aplicaría únicamente a individuos específicamente considerados peligrosos, en contraste con las medidas generales propuestas por Ben Gvir, a pesar de que Netanyahu había mostrado acuerdo con estas últimas.