Benny Gantz, ministro del gabinete de guerra de Israel, ha señalado a los dirigentes políticos anteriores al devastador ataque de Hamás del 7 de octubre como responsables de la tragedia, durante un discurso pronunciado en Sderot.
Gantz declaró que “todos los que formábamos parte de la dirección nacional antes del 7 de octubre somos responsables del desastre”. Subrayó que el gobierno actual, formado en respuesta a la emergencia, es responsable de las acciones pasadas, presentes y futuras, incluida la liberación de los rehenes como un “imperativo moral” y una “necesidad estratégica”.
Al contrario que el primer ministro, que sugirió que los asuntos civiles posteriores al conflicto en Gaza serían gestionados por “funcionarios locales” con “experiencia administrativa”, Gantz defiende la necesidad de establecer una “administración regional internacional para Gaza” como medida operativa. Además, criticó la postura actual sobre el servicio militar de los haredim, subrayando la importancia de su alistamiento para la seguridad nacional y la cohesión social.
“La idea de renunciar al ‘ejército popular’ se vino abajo el 7 de octubre. Ha llegado el momento de que la mayoría de los haredim se alisten en el ejército”, declaró Gantz. Insistió en que cualquier acuerdo sobre la cuestión debe abordar los retos de seguridad, sociales y nacionales, en lugar de limitarse a ofrecer soluciones a los retos políticos, haciendo hincapié en que el objetivo debe ser promover el alistamiento, no la exención del mismo.
Gantz concluyó prometiendo que, si existe una oportunidad real de recuperar a los rehenes, Israel la aprovechará, reafirmando el compromiso del Estado de proteger a sus ciudadanos, aunque tenga un coste doloroso.