El gabinete decide no formar una comisión estatal de investigación sobre los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, priorizando la unidad nacional.
Gabinete israelí prioriza unidad ante guerra en curso
El gobierno de Israel, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, decidió no establecer en este momento una comisión estatal de investigación sobre los ataques terroristas perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, según informaron medios hebreos como Israel Hayom y Arutz Sheva. La decisión, tomada en una reunión del gabinete el 4 de mayo de 2025, responde a la necesidad de mantener la unidad nacional mientras persiste la guerra en Gaza y se negocian acuerdos para la liberación de los rehenes aún retenidos por el grupo terrorista. La medida busca evitar divisiones internas que podrían debilitar la posición de Israel en un momento crítico.
La reunión del gabinete se convocó tras una orden del Tribunal Supremo en diciembre de 2024, que exigió al gobierno debatir en un plazo de 60 días la creación de una comisión estatal para investigar los fallos de seguridad que permitieron la invasión de Hamás, la cual dejó 1.195 muertos y 251 secuestrados, según datos oficiales israelíes. Sin embargo, la mayoría de los ministros respaldaron la postura de Netanyahu, quien argumentó que realizar una investigación durante la guerra en curso sería perjudicial para los esfuerzos militares y diplomáticos. Fuentes del gabinete citadas por Israel Hayom indicaron que una comisión podría alentar críticas de la oposición, liderada por figuras como Yair Lapid y Benjamín Gantz, en un momento en que la cohesión es esencial.
El director del Shin Bet, Ronen Bar, solicitó participar en la reunión, pero su petición fue denegada, lo que refleja tensiones internas sobre cómo abordar las responsabilidades por los eventos del 7 de octubre. Por su parte, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, propuso una comisión estatal, pero solo tras una enmienda legislativa que permita al gobierno definir su composición, según informó Arutz Sheva. Esta postura busca garantizar que cualquier investigación futura sea equilibrada y no se utilice para fines políticos por sectores opositores.
El ataque de Hamás, conocido como la Operación Inundación de Al-Aqsa, comenzó con el lanzamiento de 4.300 cohetes desde Gaza y la incursión de 6.000 atacantes, incluidos 3.800 miembros de las fuerzas de élite Nukhba, quienes superaron las defensas de la División de Gaza del ejército israelí. Los terroristas atacaron bases militares, comunidades agrícolas como Be’eri y Kfar Aza, y un festival de música en Reim, dejando un saldo devastador. Desde entonces, Israel ha llevado a cabo una campaña militar en Gaza, con el objetivo de desmantelar a Hamás y rescatar a los rehenes, logrando hasta mayo de 2025 avances significativos, aunque aún permanecen decenas de secuestrados.
Datos clave sobre la decisión del gobierno israelí
- Fecha de la decisión: 4 de mayo de 2025, en reunión del gabinete.
- Motivo principal: Priorizar la unidad nacional y evitar críticas opositoras durante la guerra.
- Orden del Tribunal Supremo: Exigió debatir la creación de una comisión en diciembre de 2024.
- Propuesta de Gideon Saar: Crear una comisión tras legislar su composición.
- Contexto del ataque: 1.195 muertos, 251 secuestrados, 4.300 cohetes lanzados por Hamás.
Contexto de la guerra y negociaciones por rehenes
La decisión del gobierno se produce en un contexto de alta sensibilidad, con negociaciones en curso para un posible acuerdo de alto el fuego que permita la liberación de los rehenes. Según Jerusalem Post, fuentes cercanas al gabinete indicaron que cualquier investigación ahora podría ser explotada por Hamás en las negociaciones, debilitando la posición de Israel. Además, la guerra, que comenzó con la operación israelí Espadas de Hierro, ha incluido campañas terrestres en Rafah y Jan Yunis, así como intensos bombardeos para neutralizar la infraestructura terrorista de Hamás.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, anunció su dimisión para el 6 de marzo de 2025, asumiendo responsabilidad por los fallos de seguridad del 7 de octubre. Esta decisión, reportada por Arutz Sheva, intensificó las demandas de la oposición para una investigación inmediata. Sin embargo, el gobierno sostiene que tales pesquisas deben esperar hasta que finalice la guerra, para no distraer recursos ni alimentar narrativas que cuestionen la legitimidad de la respuesta militar israelí.
Medios hebreos como Makor Rishon destacaron que la inteligencia israelí tenía información sobre los planes de Hamás un año antes del ataque, según un informe conocido como Muro de Jericó, pero fue desestimado por considerarse “aspiracional”. Esta revelación ha generado críticas, pero el gobierno resalta que el enfoque actual debe centrarse en la seguridad y la recuperación de los rehenes, no en debates internos que podrían beneficiar a los terroristas.
La oposición, liderada por Yair Lapid, ha calificado la decisión de “evasión de responsabilidad”, exigiendo que Netanyahu y su gabinete “asuman las consecuencias” del 7 de octubre. No obstante, el gobierno argumenta que una investigación ahora podría polarizar a la sociedad israelí y dar combustible a protestas que debiliten el frente interno, especialmente tras las manifestaciones de 2024 contra la reforma judicial.
Impacto en la sociedad israelí y panorama regional
La postergación de la comisión ha generado reacciones mixtas en Israel. Según encuestas publicadas por Israel Hayom, un 62 % de los israelíes apoya esperar hasta el fin de la guerra para investigar, mientras que un 35 % exige una comisión inmediata. Las familias de las víctimas y los rehenes, algunas de las cuales han presionado por respuestas, expresaron frustración, pero muchas respaldan la prioridad de rescatar a los secuestrados, según informó Jerusalem Post.
En el ámbito internacional, la decisión coincide con tensiones derivadas de órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional en noviembre de 2024 contra Netanyahu, el exministro de Defensa Yoav Galant y el líder de Hamás Mohamed Deif por presuntos crímenes de guerra. Israel ha rechazado estas acusaciones, calificándolas de “antisemitas” y defendiendo su derecho a combatir el terrorismo. La postergación de la comisión busca evitar que investigaciones internas sean utilizadas por organismos internacionales para reforzar narrativas contra Israel.
La guerra en Gaza continúa, con Israel enfrentando múltiples frentes, incluidos enfrentamientos con Hezbolá en el Líbano y tensiones con Irán. La decisión del gobierno refleja un enfoque estratégico para mantener la fortaleza interna y externa, mientras se avanza en la lucha contra Hamás y se busca un desenlace favorable para los rehenes. La unidad nacional, subrayada por Netanyahu en recientes declaraciones, permanece como el pilar de la política israelí en este contexto de guerra prolongada.