En medio de tensiones continuas, el presidente Isaac Herzog enfatiza que la batalla de Israel en la Franja de Gaza no representa una “complejidad moral”, sino una defensa clara de valores frente a grupos terroristas.
El presidente Isaac Herzog ha declarado recientemente que la confrontación que Israel sostiene contra entidades terroristas en la Franja de Gaza no debe entenderse como una situación moralmente “compleja”. En cambio, la sitúa en el marco de una lucha global en defensa de las sociedades libres.
“Todo el mundo habla de complejidad, pero este momento no es un momento complejo. Aquí hay bondad absoluta y aquí hay maldad absoluta. Aquí hay luz y aquí hay oscuridad”, sentenció Herzog en sus declaraciones, marcando una distinción tajante entre las acciones de Israel y las de los grupos terroristas.
El mandatario también extendió su agradecimiento hacia Estados Unidos por su constante apoyo y asistencia militar, reforzando la idea de no estar aislados en este conflicto. “No estamos solos en esta guerra. Estamos librando la guerra como parte de la familia de naciones —de todos los que buscan la justicia, la paz y la libertad— contra un enemigo que ha demostrado que la humanidad y el humanismo son su enemigo”, explicó.
Herzog, además, señaló la significancia de este período en la historia nacional, destacando la unidad que ha prevalecido en la sociedad israelí frente a la adversidad, a pesar de las diversas corrientes religiosas y políticas. “Hay pocos momentos en la historia de una nación en los que haya tanto en juego”, observó, reconociendo la cohesión sin precedentes que ha caracterizado al país durante los últimos 10 días.
Enfatizó igualmente la indiscriminada naturaleza de los ataques terroristas, los cuales, según sus palabras, estaban dirigidos contra los judíos, pero no hacían distinción alguna. “El brutal ataque de nuestros enemigos iba dirigido contra el pueblo judío, pero no distinguía entre sangres. Apenas hay un hogar en Israel donde no hayan llegado las ondas de la dolorosa tragedia que hemos vivido”, describió Herzog.
En un tono de solidaridad, el presidente subrayó la resiliencia y unidad nacional frente a los recientes sucesos. “La profundidad de nuestro dolor compartido lo demuestra: Todos somos una nación israelí”, afirmó, agregando que Israel es “una nación maravillosa” comprometida con su identidad y supervivencia. “Una nación que sabe que no tiene otra opción, que no tiene otra tierra ni otro país”, concluyó Herzog, resaltando el determinado espíritu del estado israelí en estos tiempos de prueba.