El presidente del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, afirma que el gabinete de guerra accedió anoche a una “petición especial” de Estados Unidos para permitir la entrada diaria en Gaza de dos camiones de combustible para hacer funcionar el sistema de tratamiento de aguas residuales de la Franja, que está al borde del colapso.
Hanegbi afirma que el colapso del sistema habría supuesto un riesgo de propagación masiva de enfermedades en Gaza, que afectaría tanto a los civiles palestinos del enclave como a los miles de soldados israelíes que operan allí.
“Si estallara la peste, tendríamos que detener la guerra”, afirma Hanegbi, explicando que las FDI no podrían seguir operando en medio de una crisis humanitaria extrema y que la protesta internacional alcanzaría nuevas cotas.
En un aparente esfuerzo por compartir la responsabilidad de la decisión, Hanegbi dice que el gabinete de guerra preguntó a los jefes de seguridad durante la reunión de anoche si responder positivamente a la petición de la administración Biden perjudicaría los objetivos militares de las FDI en Gaza.
El presidente del Consejo de Seguridad Nacional afirma que los jefes de seguridad dijeron a los ministros que estaba bien permitir la entrada de combustible, que solo supone entre el 2 % y el 4 % de lo que normalmente habría entrado diariamente antes de la guerra.
Presionado para responder a las críticas del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, sobre la decisión del gabinete de guerra de permitir la entrada diaria de camiones de combustible en Gaza, Hanegbi dice que el primer ministro Benjamin Netanyahu llamó al ministro de extrema derecha y le explicó las circunstancias que llevaron a la aprobación.
“Supongo que no estaba al tanto de estas cuestiones”, afirma Hanegbi.
Smotrich calificó la decisión de “ilegal”, ya que va en contra de la política anterior establecida por el gabinete de seguridad más amplio. Hanegbi rechaza la afirmación, diciendo que el gabinete de guerra de más alto nivel está autorizado a tomar tales decisiones y que otros ministros podrán expresar su opinión sobre el asunto cuando el gabinete de seguridad se reúna mañana.
Un periodista señala que Israel ha ido retirando gradualmente varias líneas en la arena en relación con el suministro de ayuda humanitaria a Gaza, tras afirmar inicialmente que no se permitiría la entrada de ninguna mientras no se liberara a los rehenes.
Hanegbi responde que Israel debe mantener la maniobrabilidad diplomática en la escena mundial y no podía instar a más de un millón de palestinos a huir al sur de Gaza sin proporcionarles allí unos servicios “mínimos”.
Aclara que “ni un goteo” de agua o combustible ha llegado al norte de Gaza, donde las tropas terrestres de las FDI combaten a Hamás.
El presidente del Consejo de Seguridad Nacional también señala cómo Israel ha desafiado la presión internacional desde el comienzo de la guerra, lanzando una incursión terrestre, llegando al corazón de la ciudad de Gaza y volando por los aires las instituciones gubernamentales a pesar de las repetidas advertencias de muchos líderes mundiales que han estado pidiendo moderación y un alto el fuego.