El presidente Isaac Herzog exhortó a la ciudadanía y a los políticos de Israel a evitar la politización del asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington, DC. En un mensaje difundido en redes sociales, Herzog calificó el ataque como un acto de terrorismo motivado por antisemitismo y odio profundo. Instó a la población a frenar las acusaciones mutuas entre facciones políticas, que se responsabilizan por la tragedia debido a su retórica.
Herzog destacó la irrelevancia de las disputas políticas internas frente al crimen perpetrado por Elías Rodríguez, identificado como el autor del tiroteo. En un contexto de múltiples amenazas contra Israel, el presidente solicitó responsabilidad en las declaraciones públicas. Además, llamó a fortalecer la unidad nacional y el apoyo a las comunidades judías en el exterior, en lugar de alimentar divisiones internas.
Las palabras de Herzog respondieron a las críticas de figuras como Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, Amichay Eliyahu, ministro de Patrimonio, y Amichai Chikli, ministro de Asuntos de la Diáspora. Estos señalaron a Yair Golan, líder del partido opositor Los Demócratas, como responsable del ataque. Argumentaron que las recientes declaraciones de Golan, quien afirmó que Israel “mata bebés como pasatiempo”, incentivaron el antisemitismo.
Por su parte, Golan rechazó las acusaciones y atribuyó el tiroteo a la retórica de ministros del gobierno, incluidos aquellos que respaldan las ideas del rabino racista Meir Kahane. Según Golan, ese discurso habilitó el ambiente para el ataque armado.
En un pronunciamiento aparte, Benny Gantz, líder de Unidad Nacional, respaldó la postura de Herzog. Gantz describió al responsable del tiroteo como un “asesino despreciable” impulsado por odio y antisemitismo. Advirtió que la incitación contra los judíos a nivel global alimenta este tipo de crímenes. Asimismo, instó a evitar conflictos internos, ya que las divisiones nacionales debilitan a Israel frente a sus adversarios externos.