El presidente de Israel, Isaac Herzog, instó al primer ministro Benjamin Netanyahu a superar las resistencias internas y asumir decisiones difíciles para avanzar en un acuerdo de rehenes y un alto el fuego en Gaza. Este mensaje se dio antes de que Netanyahu partiera a Washington el domingo para dialogar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Netanyahu se reunió con Herzog, una figura que busca unir a la sociedad israelí, tras visitar por primera vez el kibutz Nir Oz, cercano a la frontera con Gaza. Ambas acciones podrían interpretarse como intentos de consolidar apoyo entre diversos sectores ideológicos. Los aliados más radicales del primer ministro rechazan un posible acuerdo impulsado por Estados Unidos, lo que amenaza con fracturar la coalición gobernante si las negociaciones prosperan.
Un comunicado de la oficina de Herzog subrayó la necesidad de lograr un progreso significativo en las conversaciones sobre los rehenes y el cese de hostilidades durante el encuentro de Netanyahu con Trump, programado para el lunes. Herzog expresó su respaldo total a estas iniciativas, aun cuando impliquen decisiones “difíciles, complejas y dolorosas”. Añadió: “El costo no es sencillo, pero confío en que el gabinete y el estamento de seguridad estarán a la altura del desafío, como lo han hecho hasta ahora”. La oficina de Netanyahu no emitió comentarios sobre esta reunión.
Paralelamente, un equipo de alto nivel viajó a Qatar para sostener negociaciones indirectas con Hamás. El grupo terrorista anunció el viernes una respuesta “positiva” a una propuesta apoyada por Israel y Estados Unidos. La delegación israelí en Doha incluye a Gal Hirsch, encargado clave del tema de rehenes, al asesor político de Netanyahu, Ophir Falk, al subjefe del Shin Bet, conocido como “Mem”, y a un alto funcionario del Mossad, según informó la Radio del Ejército. Sin embargo, figuras de mayor rango como el jefe del Mossad, David Barnea, el jefe interino del Shin Bet, “Shin”, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, no formaron parte del equipo.
Herzog deseó éxito a los negociadores y exhortó a los líderes mundiales y socios internacionales a emplear su influencia para facilitar un avance. En sus palabras: “No tenemos tiempo que perder”. Hamás, por su parte, aceptó un esquema que contempla la liberación de aproximadamente la mitad de los rehenes vivos y la mitad de los muertos en poder de grupos terroristas en Gaza, en cinco fases durante 60 días.
Una fuente cercana a la mediación reveló que Hamás exige que el acuerdo garantice conversaciones continuas para un alto el fuego permanente, la reanudación plena de la ayuda humanitaria mediante mecanismos respaldados por la ONU y otras organizaciones, y la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a posiciones previas al colapso del alto el fuego de marzo. La oficina de Netanyahu calificó estas demandas como “inaceptables”.
El cese de hostilidades anterior fracasó cuando Netanyahu se negó a negociar una segunda fase que incluía la retirada total de Israel de Gaza y diálogos para poner fin a la guerra, un límite inaceptable para sus socios de coalición. El ala derecha del gobierno insiste en continuar la guerra hasta destruir completamente a Hamás, responsable del ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados en el sur de Israel. Aunque Netanyahu compartía esta postura, recientemente ha priorizado en sus declaraciones la liberación de los 50 rehenes que permanecen en Gaza.
Trump, por su parte, mostró optimismo sobre un posible acuerdo, afirmando la semana pasada que podría concretarse en pocos días. Se espera que Gaza domine la agenda de su reunión con Netanyahu, aunque también abordarán la situación con Irán y la posibilidad de normalizar relaciones con Siria, según un funcionario estadounidense.
Herzog agradeció a Trump por “su apoyo en la eliminación de la amenaza nuclear de Irán” durante la guerra de 12 días del mes pasado y por “su apoyo inquebrantable a Israel”. Además, discutieron oportunidades para fortalecer lazos con otros países, inspirados en los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varias naciones árabes durante el primer mandato de Trump.
A pesar de su compromiso público de combatir a Hamás hasta su derrota, Netanyahu colabora con Trump en un plan que pondría fin a la guerra, reafirmaría el compromiso de Israel con una solución de dos Estados para la guerra palestino-israelí y normalizaría relaciones con Arabia Saudita y Siria.