Israel critica enérgicamente el reciente esfuerzo de Sudáfrica por persuadir al Tribunal Internacional de Justicia de intervenir para detener la ofensiva israelí contra Hamás en Gaza, acusando a Sudáfrica de distorsionar la Convención sobre el Genocidio con el fin de defender al grupo islamista.
A principios de esta semana, Sudáfrica pidió al tribunal que ordenara a Israel que desistiera de llevar a cabo una ofensiva militar en la ciudad gazatí de Rafah, el último gran bastión de Hamás en el enclave costero.
Israel insiste en su alegato en que no se ha producido ningún cambio en la situación de Gaza desde que la CIJ escuchó las acusaciones de genocidio de Sudáfrica en enero. Describe las afirmaciones de Sudáfrica sobre una “operación militar sin precedentes” en Rafah el 11 de febrero para rescatar a dos rehenes israelíes como una “distorsión escandalosa”, y afirma que es Hamás quien está demostrando “desprecio por la ley” al no acceder al llamamiento de la CIJ para la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes restantes.
La respuesta de Israel también señala que la petición sudafricana de intervención de la CIJ basada en la supuesta preocupación por un genocidio inminente, en realidad citaba comentarios del primer ministro Benjamin Netanyahu “que dejan claro que cualquier operación militar potencial tiene como objetivo los batallones de Hamás en Rafah” y también hablaba de la necesidad de evacuar a los civiles de la ciudad.
“Este anuncio está en consonancia con el compromiso permanente de Israel en virtud del derecho internacional humanitario de minimizar el daño a los civiles, incluso cuando Hamás —en su absoluto desprecio por la vida y por la ley— continúa con su abominable estrategia de tratar de maximizar dicho daño civil a través de sus continuos ataques contra civiles israelíes y mediante el uso de civiles palestinos y objetos civiles como escudos en la propia Gaza”, insistió Israel con contundencia en su alegato.
Israel dijo que el uso por parte de Sudáfrica de la declaración de Netanyahu, que afirmaba claramente que el grupo terrorista era el objetivo de Israel, “expone una vez más la intención de abusar de la Convención sobre el Genocidio” y era “prueba de un esfuerzo renovado y cínico por parte de Sudáfrica para utilizar las medidas provisionales como una espada, en lugar de un escudo, y manipular al Tribunal para proteger al aliado de larga data de Sudáfrica, Hamás, una organización terrorista genocida, del derecho y la obligación inherentes de Israel de defenderse, de conformidad con la ley, del ataque terrorista al que se enfrenta y de perseguir la liberación de más de 130 rehenes”.