El Consejo Nacional de Planificación y Construcción de Israel aprobó el 2 de diciembre de 2025 el primer plan director nacional específicamente orientado a la prevención de inundaciones, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Seguridad Alimentaria junto con la Administración de Planificación. El nuevo instrumento define por primera vez la infraestructura hidrológica del país a escala nacional y se presenta como herramienta obligatoria para orientar la ordenación del territorio frente al aumento del riesgo de inundaciones asociado al cambio climático.
El plan establece un marco para identificar, delimitar y proteger las infraestructuras y espacios necesarios para gestionar la escorrentía de aguas pluviales. Incluye los emplazamientos destinados a regulación de avenidas, las zonas de absorción conocidas como “áreas esponja” y las llanuras de inundación fluviales que actúan como colchón natural cuando los cauces se desbordan, con el objetivo de reducir daños en áreas urbanas y de expansión residencial. El documento servirá de referencia para las entidades de planificación y desarrollo y se remitirá a los comités de planificación distrital para su revisión y aplicación.
El Ministerio de Agricultura y Seguridad Alimentaria encabezó la formulación del plan, que se integra en las competencias de su División de Gestión de Recursos Medioambientales, responsable de la conservación de las tierras agrícolas y de la gestión sostenible de la escorrentía en Israel. El subdirector de esta división, David Assaf, señaló que la nueva herramienta incorporará de forma sistemática las consideraciones de escorrentía e inundaciones en el sistema de planificación y describió la aprobación como “un paso muy significativo en términos de la percepción del gobierno y un cambio de paradigma en los mundos de la planificación y la gestión de la escorrentía”.

El Ministerio de Agricultura enmarcó la decisión en la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos. En un comunicado señaló que, en la realidad de la crisis climática, las inundaciones se han convertido en un elemento recurrente, que cada año provoca daños materiales importantes y también pérdidas de vidas, pese a la imagen de Israel como país seco. El mismo comunicado indicó que los problemas de drenaje y riesgo de inundaciones retrasan la construcción de cientos de miles de viviendas, al bloquear o complicar la aprobación de nuevos proyectos urbanísticos en zonas expuestas.
La nueva planificación se apoya en un entramado institucional en el que el Ministerio de Agricultura actúa como regulador de once autoridades de drenaje, encargadas de implantar, mantener y desarrollar instalaciones de drenaje destinadas a prevenir daños por inundaciones y, en muchos casos, de gestionar también los ríos desde una perspectiva ambiental y recreativa.
Un informe de seguimiento del Contralor del Estado, publicado en mayo de 2025, describió este sector como clave para la mitigación de inundaciones y detalló que las autoridades de drenaje manejan proyectos de infraestructura con necesidades de inversión estimadas en miles de millones de séqueles para el periodo 2022-2026.

Ese informe recordó que, en los últimos años, el sistema de drenaje ha afrontado retos normativos y de planificación, entre ellos la necesidad de integrar un enfoque de cuenca hidrográfica en la regulación de los cauces y de actualizar los mapas de zonas inundables. También señaló que el Ministerio de Agricultura inició en 2024 la elaboración de una metodología nacional de gestión del riesgo de inundación con perspectiva estatal, basada en planes de gestión del riesgo por cuenca, con una fecha estimada de finalización hacia finales de 2026.
En el plano de la ordenación del territorio, Israel ya había incorporado en 2023 la enmienda 7 al Plan Maestro Nacional n.º 1, dedicada a reducir los daños por inundaciones y a proporcionar soluciones integrales de escorrentía a escala de cuenca.
El nuevo plan director nacional aprobado ahora se centra en definir la infraestructura hidrológica que debe preservarse y en establecer mecanismos claros para proteger las llanuras de inundación de los ríos y las áreas que absorben el agua de manera natural, con el fin de que estos elementos se integren de forma sistemática en las decisiones de planificación y en los proyectos de desarrollo en todo el país.
