Han pasado más de diez meses desde la devastadora invasión del 7 de octubre y las atrocidades perpetradas por Hamás, sin que se haya presentado ninguna acusación formal contra los cientos de terroristas capturados por las fuerzas israelíes durante ese día y la subsiguiente guerra.
Dado que la Fiscalía del Estado ha guardado silencio al respecto, algunos políticos han intentado acelerar el proceso. Oded Forer, diputado del partido opositor Yisrael Beytenu, presentó recientemente en la Knéset un proyecto de ley que propone un mecanismo legal especial para juzgar a los terroristas palestinos responsables de las atrocidades y condenarlos a muerte.
Sin embargo, expertos han cuestionado la necesidad y la viabilidad de esta medida, argumentando que Israel ya cuenta con leyes que permiten la pena de muerte para crímenes cometidos por los terroristas del 7 de octubre, aunque estas nunca se han aplicado para dichos actos. También han surgido preocupaciones sobre la complejidad del proceso penal.
El 7 de octubre, alrededor de 3.000 terroristas palestinos, en su mayoría miembros de Hamás, cruzaron la frontera desde Gaza, masacrando a civiles en varias comunidades pequeñas y en el festival de música Nova, mientras cometían violaciones, torturas y otros crímenes, y secuestraban a 251 rehenes, llevándolos cautivos a Gaza.
Tras el ataque, cientos de terroristas fueron capturados por los servicios de seguridad israelíes en Israel y en Gaza durante las operaciones terrestres de las FDI. Según la organización Hamoked, actualmente hay 1.584 combatientes ilegales detenidos en Israel, una categoría que incluye a los terroristas que cruzaron la frontera hacia Israel o que participaron en las milicias de Hamás.
El proyecto de ley de Forer propone clasificar los crímenes en tres categorías: crímenes contra el pueblo judío, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, incluyendo las atrocidades del 7 de octubre en estas definiciones. Aquellos declarados culpables de estos crímenes estarían sujetos a la pena de muerte.
“En vista de las horribles atrocidades y los crímenes contra la humanidad cometidos por Hamás y sus colaboradores en la masacre del 7 de octubre, se propone aplicar las normas establecidas para los criminales nazis a todos los involucrados en estos crímenes contra nuestro pueblo y la humanidad”, se explica en las notas del proyecto de ley de Forer, refiriéndose a la pena de muerte.
Existen tres posibles vías para procesar a los terroristas del 7 de octubre: un juicio penal en tribunales civiles de Israel, un juicio en el sistema de tribunales militares de las FDI, o la creación de un tribunal especial a través de nueva legislación. Aunque la Fiscalía del Estado no ha comentado al respecto, parece que aún no se ha decidido el marco legal que se utilizará.
Yuval Kaplinsky, exjefe del Departamento de Derecho Internacional de la Fiscalía del Estado, señaló que es común que la Fiscalía tarde en tomar decisiones en casos complejos y predijo que las acusaciones podrían no presentarse hasta finales de 2025. No obstante, Kaplinsky advirtió que el proceso penal contra los terroristas podría extenderse durante décadas.
Kaplinsky subrayó que los juicios penales generan una gran cantidad de material de investigación y que los acusados tienen múltiples derechos, como el acceso al material y el derecho a un abogado, lo que podría prolongar indefinidamente los procedimientos.
Como ejemplo, Kaplinsky mencionó el caso penal contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, que lleva más de cuatro años en proceso y aún no ha llegado a la fase de defensa. Predijo que los juicios contra los terroristas del 7 de octubre podrían durar hasta 20 años.
Incluso en un juicio militar, los acusados tendrían muchos de los mismos derechos que en un proceso penal civil, y la imposición de la pena de muerte podría glorificar a los terroristas, según Kaplinsky. Propuso, en su lugar, modificar la Ley de Combatientes Ilegales para permitir la detención prolongada sin juicio, renovable periódicamente, similar a la estrategia utilizada por Estados Unidos en Guantánamo.
En una conferencia del Foro de Derecho y Libertad de Israel en marzo, el erudito legal Dr. Rafael Biton expresó su desacuerdo con la idea de no juzgar a los terroristas del 7 de octubre en un proceso penal, argumentando que este ayudaría a establecer una “narrativa histórica” similar a la creada por los juicios de Núremberg y el juicio de Adolf Eichman sobre el Holocausto.
Biton sugirió que el ataque del 7 de octubre fue una “invasión colectiva” y, por lo tanto, un “crimen colectivo” que debería ser juzgado colectivamente bajo una nueva ley, presumiendo la participación en los ataques de aquellos capturados por las fuerzas israelíes, a menos que haya pruebas en contra.
Este enfoque, según Biton, eliminaría muchos de los obstáculos señalados por Kaplinsky, permitiendo una condena colectiva con posibilidad de pena de muerte en Israel.