El uso de artículos de plástico desechables en Israel podría reducirse en un 40% según un nuevo plan promovido el lunes por el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, y la ministra de Protección del Medio Ambiente, Tamar Zandberg.
En la última década, la tasa de consumo de artículos desechables en Israel se ha duplicado, dijeron los ministerios. Según el nuevo marco, se impondrá un impuesto de compra sobre las importaciones y la producción locales basado en el peso de los productos.
El impuesto de compra será de naturaleza similar al que se aplica a los cigarrillos y las bebidas alcohólicas.
El consumo anual de productos de plástico desechables en los hogares es de unos 7,5 kg per cápita, cinco veces más que en la Unión Europea, según los ministerios. Los hogares israelíes gastan unos 1.300 millones de NIS en utensilios desechables.
La decisión se basa en un estudio del Ministerio de Protección del Medio Ambiente que concluyó que duplicar el precio al consumidor reduciría el uso en un 40% aproximadamente. El importe exacto del impuesto se determinará más adelante, mientras se examinan diversas consideraciones de la Autoridad Fiscal.
El impuesto se aplicará a los vasos, platos, cuencos, cubiertos y pajitas. Las botellas se tratan bajo la Ley de Depósitos, y los envases se legislan bajo la Ley de Envases.
Los artículos de plástico desechables causan un importante daño medioambiental que puede perdurar durante miles de años, y sus efectos negativos sobre la salud pública son conocidos. Sus residuos ocupan cada vez más espacio en los vertederos, provocan un aumento de los costes de retirada de la basura, contaminan el mar, los espacios abiertos y el espacio público y establecen nuestra dependencia de los combustibles fósiles contaminantes con los que se fabrica el plástico, señalaron los ministerios.
Los trabajadores del Ministerio de Finanzas ya han recibido instrucciones de no utilizar más utensilios desechables en la oficina, dijo Liberman.
“Como los cigarrillos y el alcohol, el plástico desechable es una adicción”, dijo Zandberg. “Nos estamos ahogando en plástico desechable, y todos vemos su problemático efecto sobre la limpieza de la tierra y nuestra calidad de vida”. “El coste más importante de los daños lo asumirá la sociedad. La producción de plástico desechable se basa en combustibles contaminantes y tiene también un impacto negativo en la crisis climática. Pido a todo el mundo que se pase a los utensilios reutilizables, por la salud y el medio ambiente de todos nosotros”.