Israel publicó este viernes los nombres de 250 terroristas presos palestinos cuya liberación aprobó, en el marco del acuerdo de alto el fuego en Gaza y del intercambio de rehenes. Las autoridades israelíes notificaron a las familias de las víctimas cuyos asesinos quedarán en libertad. No obstante, el Ministerio de Prisioneros de Hamás afirmó que aún no existe un acuerdo definitivo sobre la identidad de los presos que se liberarán.
La lista, que se publicó la mañana siguiente a la aprobación del gabinete, incluye miembros de Hamás, la Yihad Islámica Palestina, Fatah y el Frente Popular para la Liberación de Palestia. Todos ellos son responsables de decenas de atentados mortales. Sin embargo, la lista no incluye a algunos dirigentes clave cuya liberación Hamás ha exigido, como el líder de Fatah Marwan Barghouti.
De los 250 prisioneros que obtendrán la libertad, quince irán a Jerusalén Este, cien a Judea y Samaria y 135, condenados por homicidio o fabricación de armas, serán deportados a Gaza u otros lugares. El gobierno aprobó ese mismo día, en una votación telefónica, cambios de última hora para sustituir a once presos de Fatah por otros asociados a Hamás.
Adicionalmente, Israel liberará a 1.722 gazatíes, entre ellos veintidós menores, que fueron detenidos durante la guerra y que no participaron en el ataque del 7 de octubre de 2023. De ese total, 1.411 se encuentran bajo custodia del Servicio Penitenciario de Israel y 311 bajo custodia de las Fuerzas de Defensa de Israel, de acuerdo con el documento oficial.

Israel también repatriará los cuerpos de 360 terroristas gazatíes, sin especificar si alguno participó en la masacre del 7 de octubre. Previamente, Israel rechazó la exigencia de Hamás de devolver los cuerpos de los hermanos Yahya y Mohammed Sinwar, líderes del movimiento que fueron abatidos en octubre del año pasado y en mayo de este año.
La entrega de los prisioneros y de los cuerpos solo se efectuará después de que Hamás libere a los 48 rehenes restantes. Este grupo incluye a 20 con vida, 26 cuyas muertes están confirmadas y dos cuya situación es incierta. Los rehenes forman parte de los 251 secuestrados durante la invasión del 7 de octubre.
Hamás dispone de 72 horas para entregar a los cautivos una vez que el ejército israelí complete su retirada inicial. Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron el viernes al mediodía que la retirada se había completado. No obstante, Hamás declaró que necesita más de 72 horas para localizar los restos de los rehenes muertos.
Entre los 250 prisioneros que serán liberados figura Iyad Abu al-Rub, comandante de la Yihad Islámica Palestina en Jenín, responsable de planificar varios atentados que causaron trece muertes en total. También se liberará a Muhammad Zakarneh, militante de Fatah que organizó el ataque de 2009 en el que fue asesinado el taxista Grigory Raginovich.
Mahmoud Qawasmeh, alto miembro de Hamás que fue excarcelado en el intercambio por Gilad Shalit y posteriormente detenido de nuevo durante la guerra de 2024, también obtendrá la libertad. Además de Barghouti, no serán liberados otros dirigentes como Ahmad Sa’adat, Ibrahim Hamed, Abbas al-Sayed y Hassan Salameh, a pesar de las peticiones de Hamás.
Una fuente indicó que la dirigencia de Hamás transmitió esta semana a los mediadores que “el destino de Barghouti sigue siendo absolutamente central en estas negociaciones”. El dirigente de 66 años se percibe como un posible sucesor del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, debido a su popularidad y a su respaldo a una solución de dos Estados.
Entre los once presos de Hamás incorporados a última hora en la lista figuran Mahmoud Issa, encarcelado desde 1993 por su participación en el secuestro y asesinato de Nissim Toledano, y Raed Sheikh, condenado por su participación en el linchamiento de Ramala en 2002. Las familias de las víctimas de los atentados recibirán notificación del Instituto Nacional de Seguros.
Dani Dagan, hija de Yossi Avrahami, asesinado en el linchamiento de Ramala en 2022, declaró al Canal 12 que siente “una mezcla de emociones” ante la liberación. “Para mí no hay duda de que todos deben volver a casa: los vivos con sus familias, sus hijos y sus padres, y los muertos a una sepultura digna”, añadió. “Es cierto que pagamos un precio muy alto”, señaló.