El responsable israelí para asuntos de rehenes afirmó que Israel ha actuado en Gaza con un ritmo más lento del que habría sido necesario con el fin de evitar daños a los cautivos, mientras las fuerzas militares prosiguen la ofensiva sobre la ciudad de Gaza.
“Es evidente que habría sido posible maniobrar [en Gaza] con mucha mayor rapidez, pero con un gran esfuerzo, las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet desarrollan un combate meticuloso, contrario a los métodos habituales de empleo de la fuerza militar”, declaró Gal Hirsch durante la Cumbre Mundial sobre Lucha contra el Terrorismo, organizada por la Universidad Reichman.
Añadió que Israel revisa de manera constante sus procedimientos “para evitarles daños por todos los medios posibles”.
Hirsch señaló que Israel estima que 20 rehenes continúan con vida y rechazó la afirmación del presidente estadounidense Donald Trump, quien la semana pasada dijo que “podría haber un par de muertos en los últimos días”.
No obstante, reconoció que los rehenes “se encuentran en peligro; están en una zona de combate, en un lugar peligroso y en manos de secuestradores peligrosos”.
“Estamos ante una situación de fracaso”, admitió en referencia a los esfuerzos para lograr su liberación. “La responsabilidad de hacer todo lo posible para traer a los rehenes a casa recae sobre nosotros”.
Acusó a Hamás de haber engañado a Israel y a los mediadores durante el verano mientras las negociaciones para un alto el fuego y un acuerdo para liberar rehenes parecían avanzar, y sostuvo que Israel continuó dialogando con los negociadores incluso después de anunciar la ofensiva prevista sobre la ciudad de Gaza a comienzos de agosto.
“Hamás y su liderazgo son quienes sabotean las negociaciones”, afirmó Hirsch.
Señaló que la propaganda de Hamás sobre las conversaciones se difunde en la sociedad israelí, lo que provoca dolor en las familias de los rehenes y perjudica los esfuerzos para repatriarlos.
Advirtió que, si Hamás sobrevive y obtiene ventajas estratégicas a cambio de liberar rehenes, otros grupos terroristas aprenderán que un país “puede ser doblegado mediante el secuestro de sus ciudadanos”.
Pidió una declaración internacional de guerra contra el secuestro y el uso de seres humanos como moneda de cambio, una “guerra mundial contra el secuestro”.
Hirsch alertó que, si otros países no apoyan a Israel ni adoptan una postura firme contra el secuestro, el 7 de octubre servirá de inspiración para actos similares en todo el mundo.