Israel aplicó sanciones a numerosos clientes de un banco estrechamente relacionado con el movimiento terrorista Hezbolá en el Líbano, según informó este jueves la oficina del ministro de Defensa, Israel Katz.
La medida afecta a 24 entidades que operan a través de la Asociación Al-Qard Al-Hassan, una organización financiera vinculada a Hezbolá. Aunque se presenta como una institución sin fines de lucro, esta asociación ha sido señalada por su papel en el financiamiento del terrorismo.
“El objetivo es llegar a todos los que apoyan el terrorismo, en cualquier ámbito y utilizando todos los medios”, afirmó Katz en un comunicado. El ministro destacó que las sanciones forman parte de los esfuerzos para “desmantelar redes terroristas y cortar el suministro económico que las mantiene activas”.
El Ministerio de Defensa no ofreció detalles sobre las entidades sancionadas ni aclaró cómo se implementarán las medidas, lo que dificulta evaluar su impacto en la práctica.
Israel y Estados Unidos han señalado que Al-Qard Al-Hassan, que cuenta con más de 30 sucursales en el Líbano, se utiliza para el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, acusaciones que Hezbolá rechaza categóricamente.
El pasado 21 de octubre, Israel lanzó ataques aéreos contra al menos 15 sucursales de la asociación en el Líbano. Según informes, se emitieron advertencias de evacuación antes de los bombardeos. Muchos ciudadanos libaneses, ajenos a la política, utilizan este sistema financiero para resguardar sus ahorros.
El Ministerio explicó que estas sanciones forman parte de una estrategia financiera para debilitar a Hezbolá y provienen de una recomendación de la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo.
Los afectados por estas medidas son clientes que han realizado depósitos significativos en la asociación, lo que, según el ministerio, financia directamente las operaciones de Hezbolá. Estos fondos se destinan a la compra de armamento, el pago de salarios y la concesión de préstamos, entre otras actividades.
Un programa coordinado por la oficina de lucha contra el financiamiento del terrorismo, en colaboración con la Dirección de Inteligencia Militar y otras agencias, lidera esta “amplia campaña económica” que busca dificultar las vías de financiación de grupos terroristas.
Paul Landes, jefe de la oficina, destacó que las sanciones pretenden “identificar y desarticular las actividades financieras internacionales de estas entidades y sus asociados”.
Al-Qard Al-Hassan, reconocida oficialmente como una institución sin fines de lucro, opera fuera del sistema bancario libanés. Es uno de los principales instrumentos con los que Hezbolá consolida su apoyo entre la población chiíta, ofreciendo servicios financieros accesibles.
Además de su brazo armado, Hezbolá gestiona instituciones como escuelas, hospitales, tiendas de bajo costo y la propia Al-Qard Al-Hassan, beneficiando a miles de personas.
Desde 2007, el Tesoro de Estados Unidos ha sancionado a la asociación, argumentando que actúa como fachada para las actividades financieras de Hezbolá y permite su acceso al sistema financiero internacional.
Fundada hace 40 años, poco después del surgimiento de Hezbolá, Al-Qard Al-Hassan ofrece préstamos sin intereses y permite a los clientes usar oro como garantía para acceder a crédito, destinándolo a gastos como educación, bodas o emprendimientos. También permite abrir cuentas de ahorro.
La lucha entre Israel y Hezbolá se intensificó en octubre, cuando el grupo, respaldado por Irán, comenzó a lanzar ataques desde la frontera libanesa en apoyo a Gaza durante la guerra con Hamás.
Los enfrentamientos crecieron tras meses de ataques diarios con cohetes y drones contra el norte de Israel, lo que obligó a evacuar a 60.000 residentes. En respuesta, Israel intensificó sus bombardeos en septiembre y lanzó una operación terrestre limitada para expulsar a Hezbolá de la frontera y restaurar la seguridad en la región.