La primera vista en la Corte Internacional de Justicia sobre la demanda sudafricana que acusa a Israel de perpetrar un genocidio contra los palestinos en la actual guerra contra Hamás en Gaza tendrá lugar la próxima semana, informó el martes un funcionario israelí.
El 11 de enero, los representantes sudafricanos expondrán sus argumentos contra Israel, mientras que Israel presentará su defensa contra las acusaciones el 12 de enero.
Un portavoz de la CIJ dijo que no podía confirmar inmediatamente esas fechas.
Un portavoz del gobierno israelí anunció que representantes del país comparecerán ante el tribunal para defender la postura de Israel, que calificó de “libelo de sangre” contra el Estado judío.
En su demanda presentada la semana pasada, Sudáfrica acusó a Israel de acciones durante su guerra contra Hamás en Gaza que son “de carácter genocida, ya que se cometen con la intención específica requerida… de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio”.
Israel es signatario de la Convención sobre el Genocidio adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948 y, por tanto, está sujeto a la jurisdicción de la CIJ, órgano de la ONU, y a sus resoluciones.
Según los términos de la convención, Israel está obligado a enviar representantes al tribunal tras la presentación de una demanda en su contra.
Israel declaró la guerra a Hamás después de que el grupo terrorista irrumpiera en su frontera sur desde Gaza el 7 de octubre, masacrando a unas 1.200 personas —en su mayoría civiles que fueron masacrados en medio de horribles actos de brutalidad— y secuestrando a más de 240 personas.
Israel rechaza cualquier afirmación de que esté atacando a civiles o participando en algo que no sea una campaña por su seguridad. Israel afirma que se esfuerza por evitar daños a los civiles mientras lucha contra un grupo terrorista integrado en la población civil. Lleva mucho tiempo acusando a los grupos terroristas con base en Gaza de utilizar a los palestinos de la Franja como escudos humanos, operando desde lugares, como escuelas y hospitales, que se supone que están protegidos.