El primer ministro Benjamin Netanyahu dejó claro que se oponía a un regreso a la división de Jerusalén anterior a 1967 en un futuro acuerdo de paz, y rechazó una resolución de la UNESCO que desconoce los lazos judíos con el Monte del Templo.
“Nuestras raíces son más profundas que las de cualquier otra nación del mundo. Jerusalén incluyendo el Monte del Templo ha sido nuestra y seguirá siendo nuestra”, dijo, hablando en una sesión especial de la Knesset por el Día de Jerusalén.
Israel no tiene que “disculparse por su presencia en Jerusalén”, agregó.
“Recordamos a Jerusalén hasta la Guerra de los seis días [1967]”, dijo, cuando la ciudad estaba dividida, con los israelíes excluidos de la Ciudad Vieja y sus barrios orientales. “Desde luego, no queremos volver a esa situación”.
“Creo que la Guerra de los Seis Días aclaró a nuestros enemigos que estamos aquí para quedarnos”, agregó.
El primer ministro también rechazó una resolución de la UNESCO calificándola de “absurda e indignante“, en la que omite la conexión judía con el Monte del Templo, el [Kótel] y Jerusalén. La resolución acusó a Israel de “sembrar tumbas judías falsas en los cementerios musulmanes” y de “la conversión continua de muchos restos islámicos y bizantinos en los llamados baños rituales judíos o en lugares de oración judíos“.
“Estas distorsiones históricas están reservadas exclusivamente para los Judíos”, dijo Netanyahu.
Israel conmemorará el el Día de Jerusalén, una fiesta nacional que celebra la recuperación israelí de los lugares sagrados, el Muro Occidental [Kótel] y el Monte del Templo [Monte Moriáh] junto con la mitad oriental de la ciudad.