Aunque todavía no estaba claro si Israel declarará su soberanía en partes de Judea y Samaria el 1 de julio, las conversaciones entre Israel y los países sunitas moderados continuaban en serio entre bastidores.
Altos funcionarios diplomáticos árabes, junto con altos funcionarios de defensa e inteligencia en Egipto y Jordania, confirmaron a Israel Hayom el lunes que en las últimas semanas – antes de la implementación planeada de la soberanía israelí en Judea y Samaria y el Valle del Jordán – se estaba llevando a cabo una intensa actividad diplomática entre Israel y los países árabes moderados. El propósito de estas actividades diplomáticas era llegar a un acuerdo sobre la naturaleza y el alcance de la respuesta de los países árabes sunitas, principalmente Egipto y Jordania, que tienen tratados de paz con Israel, siempre y cuando Israel aplique la soberanía.
Según esos funcionarios árabes, altos funcionarios de inteligencia y defensa estaban participando en las conversaciones bajo un pesado velo de secreto.
Un alto diplomático árabe dijo que el jefe del Mossad, Yossi Cohen, y el jefe del Servicio General de Inteligencia de Egipto, Abbas Kamal, encabezaban las conversaciones, y que en reuniones recientes se había acordado que Israel aplicaría su plan de soberanía mientras que los países árabes expresarían sus objeciones formales a la iniciativa, sin dañar significativamente las relaciones diplomáticas entre los países.
Un alto funcionario egipcio dijo a Israel Hayom esta semana que las preocupaciones palestinas sobre la naturaleza de la respuesta de El Cairo a la oferta de soberanía de Israel estaban justificadas porque Cohen y Kamal ya han acordado en principio el alcance y el tono de la respuesta de Egipto. Los funcionarios de defensa egipcios han podido incluso persuadir a sus homólogos jordanos para que recomienden al rey jordano Abdullah II que se basen en una condena declarada de la iniciativa israelí y que eviten las medidas operativas que perjudicarían el acuerdo de paz con Israel.
Otro alto funcionario egipcio dijo a Israel Hayom: “La participación egipcia en Libia, en medio de los acontecimientos en materia de seguridad en ese país, tiene una prioridad mucho mayor que la cuestión palestina y los intereses de [el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas], que se dirigió rápidamente a Turquía, que está conspirando contra nosotros en Libia, y le pidió que encabezara una amplia lucha árabe contra el plan de soberanía israelí. La petición de Abbas a [el presidente turco Recep Tayyip] Erdogan despertó la ira no solo en Egipto sino también en Jordania”.
Esta declaración refleja la profundidad de la cooperación y coordinación egipcio-jordana, no solo en Libia sino también en la cuestión palestina.
“Hay una completa sincronía entre el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi y el rey Abdullah. Los intereses nacionales y de seguridad de Egipto y Jordania son la máxima prioridad para ambos dirigentes, incluso a expensas de los intereses palestinos”, dijo el funcionario egipcio.
Un alto funcionario jordano confirmó esa evaluación y también dijo a Israel Hayom que el Rey Abdullah ha dicho a Abbas, por conducto de su Ministro de Relaciones Exteriores, que un informe reciente de la cadena de televisión Al Mayadeen, afiliada a Hezbolá, según el cual la aplicación israelí de la soberanía dificultaría a Jordania el cumplimiento del tratado de paz con Israel, era inexacto.
“El mensaje entregado a Abbas trataba de la coordinación de la seguridad [con Jordania] y de la cooperación diplomática con Egipto en todos los asuntos relacionados con los palestinos, y de la posibilidad de que Jordania, al igual que Egipto, bastara únicamente con una denuncia declarativa del plan de anexión israelí y, ciertamente, no perjudicara el tratado de paz con Israel y los vínculos especiales de seguridad entre los países”, dijo el funcionario.
Añadió: “La intervención turca en Libia no solo es una amenaza para Egipto sino también para los intereses de Jordania. Demuestra hasta dónde están dispuestos a llegar los palestinos en busca de sus propios intereses, incluso si éstos son contrarios a los intereses generales árabes”.