El ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, justificó su decisión de impedir el ingreso al país del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, luego de que más de 100 países miembros de la ONU se manifestaran en contra de esta medida.
Mediante una carta conjunta, las naciones subrayaron su “pleno respaldo y confianza en el secretario general y su labor”, y señalaron que la resolución de Katz de declarar a Guterres persona non grata perjudicaba la “capacidad de la ONU para cumplir con su mandato”. Además, advirtieron que esta medida “podría prolongar aún más el fin de las hostilidades y obstaculizar el avance hacia una solución de dos Estados”.
Ante esta carta, Katz respondió con desdén a través de un tuit, explicando que la prohibición impuesta al diplomático portugués estaba fundamentada en su negativa a condenar el reciente ataque con misiles lanzado por Irán contra Israel, así como en lo que consideró “su conducta antisemita y antiisraelí”.
Katz destacó que cerca del 90% de los israelíes respaldan su decisión, y añadió: “Guterres puede continuar intentando recolectar firmas en su apoyo entre los miembros de la ONU, pero la decisión no cambiará”.
La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores había anunciado que esta prohibición fue una respuesta directa a las declaraciones de Guterres respecto al ataque, en las que, según la entidad, no mencionó explícitamente a Irán ni condenó de manera clara su grave agresión.
Tras conocer la prohibición, Guterres afirmó que, “como debió haber sido evidente ayer en el contexto de mi condena, nuevamente condeno enérgicamente el masivo ataque con misiles perpetrado por Irán contra Israel”.