El pleno de la Knéset aprobó este martes una ley que sanciona con prisión la negación, minimización o justificación del ataque del grupo terrorista Hamás ocurrido el 7 de octubre en el sur de Israel. La medida fue ratificada en su tercera lectura con 16 votos a favor y ninguno en contra.
Impulsada por el diputado de Yisrael Beytenu, Oded Forer, la legislación se basa en una norma de 1986 que prohíbe negar el Holocausto. Según el texto, quien niegue públicamente la masacre con intención de apoyar a Hamás o sus aliados, exprese simpatía o se identifique con ellos, enfrentará hasta cinco años de cárcel.
Ese ataque dejó un saldo de aproximadamente 1.200 víctimas mortales y 251 rehenes, mientras los terroristas perpetraron actos de violencia extrema y agresión sexual. La ley, sin embargo, excluye de responsabilidad penal declaraciones hechas con buena fe o en contextos legales, como investigaciones o procesos judiciales.
Tras la aprobación, Forer declaró que Israel no tolerará la negación de los crímenes cometidos el 7 de octubre. Según él, quienes lo hagan contribuyen a difundir mentiras que socavan la sociedad. Resaltó además que la normativa protege la memoria de las víctimas y asegura la verdad histórica frente a distorsiones.
No obstante, la legislación ha generado preocupaciones sobre su efecto en la libertad de expresión. Tamar Shunami, de la Radio del Ejército, informó que el fiscal general Gali Baharav-Miara había objetado la propuesta, argumentando que complicará los procesos legales contra miembros de Hamás al requerir pruebas sensibles.
Baharav-Miara comparó esta ley con otras adoptadas tras el Holocausto, indicando que estas se promulgaron tras un consenso histórico consolidado, mientras que la nueva norma surge meses después del ataque, en un contexto aún lleno de incertidumbres.
Organizaciones de derechos humanos han expresado alarma sobre posibles abusos. Gil Gan-Mor, de la Asociación por los Derechos Civiles de Israel, advirtió que penalizar expresiones debe limitarse a casos extremos, como incitaciones a la violencia. Señaló además que el texto ambiguo de la ley podría inhibir la libertad de expresión.
Gan-Mor añadió que esta ambigüedad genera incertidumbre sobre su aplicación, lo que podría desalentar el debate público, especialmente en un escenario de tensiones étnicas y políticas marcadas por numerosas investigaciones contra ciudadanos árabes israelíes acusados de incitación.