Tras un extenso debate nocturno, el pleno de la Knéset dio luz verde en la madrugada del jueves a la segunda y tercera lectura de la Ley de Arreglos y la Ley de Marcos Presupuestarios del Estado. Ambas normativas constituyen el núcleo del paquete legislativo económico para el próximo año.
Con 63 votos a favor y 50 en contra, la Ley de Arreglos obtuvo el respaldo mayoritario del parlamento. La Ley Marco Presupuestario, en tanto, fue aprobada por 62 votos a favor, 50 en contra y una abstención.
Esta legislación acompaña el presupuesto estatal e introduce reformas económicas, ajustes fiscales y medidas regulatorias. También abarca cambios en leyes laborales y planes de privatización con el objetivo de optimizar la gestión gubernamental y priorizar el gasto público.
Según lo establecido en la normativa, el déficit presupuestario permitido para 2025 se incrementará al 4,7% del PIB. Asimismo, el gasto gubernamental autorizado aumentará en aproximadamente 70 mil millones de shekels, lo que supone un crecimiento del 13,6% respecto al presupuesto base de 2024.
Durante el debate previo a la votación, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, defendió la medida: “Estamos respondiendo a todas las necesidades y brindando un apoyo sin precedentes a los reservistas porque lo merecen. Quienes sirven, reciben. Estamos guiando la economía israelí en la guerra más prolongada y costosa de su historia. Pese a las críticas, la realidad lo demuestra: nuestra economía es fuerte y estable. Este presupuesto asigna sumas masivas para los reservistas, la reconstrucción del sur y el norte, y otras áreas clave”.
En medio de la sesión parlamentaria, el primer ministro Benjamin Netanyahu tuvo que ser evacuado del pleno tras el lanzamiento de un misil desde Yemen, lo que activó las sirenas en Jerusalén y el centro de Israel. Antes de abandonar la sala, declaró a un periodista de Canal 14: “Los hutíes están pagando y pagarán más”.
A pesar del incidente, Smotrich continuó su intervención y afirmó: “Con la ayuda de Dios, lograremos una gran victoria y entregaremos un presupuesto enfocado en el crecimiento y la infraestructura. Ganaremos la guerra y premiaremos a nuestros reservistas”.
Desde la oposición, el líder Yair Lapid rechazó la legislación y cuestionó la gestión económica del gobierno. “Si la situación financiera de Israel es tan sólida, ¿por qué han subido los impuestos? Si no estuvieran repartiendo millones en fondos de coalición, no habrían necesitado aumentar el IVA, y los ciudadanos no verían cómo se encarecen los productos en el supermercado. Han subido los impuestos, no por la guerra, sino para beneficiarse ustedes mismos”, denunció.