Los legisladores de la Knéset aprobaron dos proyectos de ley que prolongan medidas temporales relativas al encarcelamiento de combatientes ilegales y la liberación administrativa para controlar la sobrepoblación carcelaria.
El primer proyecto, ratificado por 14 votos a favor y 3 en contra, extiende por cuatro meses una orden que regula el tiempo de detención de los combatientes ilegales antes de reunirse con un abogado o presentarse ante un juez.
Con la nueva prórroga, el periodo máximo que un juez puede impedir la reunión con un abogado se reduce de 90 a 75 días, y las órdenes de confinamiento temporal deberán renovarse más frecuentemente.
El segundo proyecto, aprobado por 12 votos a 3, amplía una orden que autoriza al comisionado del Servicio Penitenciario a conmutar sentencias si la capacidad carcelaria supera el límite legal, exceptuando a reclusos condenados por delitos violentos y terroristas presos.
Mantiene la población carcelaria máxima en 14,500, aunque actualmente hay 21,000 prisioneros en cárceles israelíes.
El año pasado, la Knéset aprobó un estado de emergencia que permite al sistema penitenciario alojar prisioneros en condiciones de hacinamiento que serían ilegales en circunstancias normales.