Tras los ataques de Hamás, se propone una nueva unidad de seguridad en la Knesset, sumándose a las medidas nacionales de defensa.
La Knesset está evaluando la formación de una unidad especial de seguridad civil, un eco de los esfuerzos de defensa comunitaria en Israel posterior a los asesinatos perpetrados por Hamás el 7 de octubre. Este grupo, compuesto por voluntarios armados del personal parlamentario, complementaría las operaciones de la Guardia de la Knesset, encargada de la protección integral del parlamento y sus miembros, según comunicó la emisora pública Kan.
La dirección del proyecto está a cargo de Moshe Edri, director general de la Knesset, quien está en el proceso de selección de participantes idóneos dentro del personal. Estos voluntarios estarían equipados y realizando rondas de seguridad, colaborando estrechamente con la Guardia de la Knesset en situaciones de riesgo. La participación de los legisladores en la unidad aún no se ha confirmado.
Esta propuesta se inscribe en un contexto más amplio. A raíz del ataque de Hamás el 7 de octubre, donde 1.400 ciudadanos fueron asesinados y 228 tomados como rehenes, aproximadamente 600 equipos de seguridad civil han sido establecidos o fortalecidos a lo largo de Israel.
El impulso para esta expansión masiva de defensa civil viene del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien ha facilitado la distribución de 10.000 armas de fuego, equipos de combate y protección personal, enfocándose particularmente en los asentamientos en Judea y Samaria.
Shimon Lavi, ex subcomisario de policía y coordinador actual del Ministerio para esta iniciativa, indicó en una reciente conferencia de prensa que la formación de estos equipos es solo “un tercio” del objetivo total, sugiriendo la creación de al menos 1.200 unidades adicionales. Aún se desconoce si el armamento distribuido a la población será recuperado tras la conclusión del conflicto actual.
El 7 de octubre, en particular, las unidades civiles en los kibutzim del sur de Israel constituyeron en varias ocasiones la única línea de defensa contra los terroristas de Hamás que ingresaron a las comunidades. Algunos de estos equipos civiles lograron neutralizar la amenaza.