Con 22 votos a favor y ninguno en contra, la Knéset aprobó en primera lectura un proyecto de ley que impedirá postularse en elecciones municipales a candidatos o listas que nieguen la existencia de Israel como Estado judío y democrático, o que respalden el terrorismo o la lucha armada contra el país.
La iniciativa busca alinear la legislación municipal con la normativa ya vigente para la Knéset, que excluye a quienes apoyan el terrorismo o el racismo. El diputado Dan Illouz, del Likud, impulsor del proyecto, afirmó que se está corrigiendo “el absurdo” que permitía que simpatizantes de organizaciones terroristas accedieran a cargos públicos.
“Hoy dimos otro paso para devolver la lógica a la gobernanza. Los que apoyan a asesinos de judíos no deben estar en los consejos, sino en la cárcel. Los funcionarios públicos deben servir al Estado, no colaborar con sus enemigos”, declaró Illouz.
En una sesión separada, los legisladores aprobaron con 23 votos contra 2 la primera lectura de otro proyecto de ley que propone reemplazar oficialmente el término “Judea y Samaria” por “Judea y Samaria” en toda la legislación israelí.
El texto, presentado por el diputado Simcha Rothman del partido Sionismo Religioso, establece que esta será la única designación permitida en futuras leyes y también sustituirá las expresiones existentes en normativas previas.