En una entrevista concedida a Channel 11 News, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, dijo que, en su opinión, otro cierre estaba “fuera de lugar”.
“Me opondré a otro cierre. Creo que hay que hacer todo lo posible para evitarlo”, afirmó Lapid.
“Hemos sido testigos de tres largos y difíciles cierres y, aun así, 6.500 israelíes acabaron muriendo de COVID-19. Eso significa que no es necesariamente lo más eficaz”, añadió.
En cuanto a las preguntas sobre si el curso escolar se abrirá según lo previsto, Lapid dijo que no se escatimarán esfuerzos para conseguirlo. “No hay forma de saber cuánto tiempo más estará el virus. Mientras tanto, tenemos que seguir viviendo nuestra vida cotidiana. Parte de esto implica que los niños comiencen el curso escolar el 1 de septiembre”.
Lapid recordó una discusión que mantuvo con la ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton. “Me dijo algo que tenía sentido. Dijo que el sistema educativo era la ‘solución, no el problema’. Así lo veo yo también”.
Lapid, que se encontró al frente de una lucha diplomática con Polonia tras la aprobación de la controvertida “Ley de Restitución”, dijo que no se arrepentía de su conducta a lo largo del impasse. “La pelota está en el tejado de los polacos. Ellos entienden los mensajes que les transmitimos”, dijo, y añadió: “Ellos son los que nos predican la moral las 24 horas del día”.
“Todos los países de Europa del Este están prestando atención. Si no hubiéramos reaccionado como lo hicimos, estaríamos viendo estas leyes aparecer por todas partes. Mi programa incluye devolver nuestro orgullo nacional y judío al discurso [político]. El Estado judío no se quedará de brazos cruzados mientras se aprueban estas medidas”.
Lapid también mencionó que el gobierno actual no estaba de acuerdo con la cuestión de los árabes palestinos y, aunque apoyaba la “solución de los dos Estados”, no se aplicaría durante su mandato. “La mayor parte del trabajo con [el presidente de la AP] Mahmud Abbas se desarrolla en el ámbito de la seguridad, no en el de las relaciones exteriores. [Las conversaciones con la AP] no son una prioridad”, dijo.