El líder de la oposición en Israel, Yair Lapid, exhortó al Gobierno a respaldar de forma pública y sin demora la nueva iniciativa estadounidense que busca un alto el fuego y la liberación de rehenes con Hamás. En una conferencia organizada por la Fundación Berl Katznelson, titulada “El Israel democrático ganará”, Lapid reafirmó su compromiso de ofrecer al primer ministro Benjamin Netanyahu una “red de seguridad completa” para aprobar el acuerdo, incluso si los partidos de la coalición se oponen.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, rechazó categóricamente la propuesta de un alto el fuego gradual y un pacto de rehenes con Hamás. En una entrevista con Radio 103FM, Smotrich aseguró: “No otorgaré un salvavidas a Hamás”. Según él, el grupo terrorista atraviesa una situación crítica, y el nuevo sistema israelí de distribución de ayuda logró aislar a Hamás de la población gazatí. “No cederemos las zonas conquistadas”, destacó, al referirse a rumores que indican que el plan exigiría la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de áreas como el Corredor de Morag.
La ministra de Asentamientos, Orit Strock, también expresó su oposición al plan estadounidense. A través de un mensaje en la plataforma X, instó a Netanyahu a no aceptar la propuesta, argumentando que Hamás está “de rodillas” y que Israel debe evitar cualquier retroceso en este momento decisivo.
Fuentes de medios hebreos divulgaron que la iniciativa estadounidense, ajustada recientemente, contempla la liberación de 10 rehenes vivos, en lugar de los nueve planteados inicialmente. Según el canal panárabe Al Ghad, el plan, presentado de manera simultánea a Israel y Hamás, establece un alto el fuego de 60 días. Durante este período, se liberarían 10 rehenes vivos y 18 cuerpos de rehenes, distribuidos entre el primer y el séptimo día de la tregua. A cambio, Israel excarcelaría a 125 palestinos condenados por terrorismo con cadena perpetua, a 1.111 gazatíes detenidos desde el 7 de octubre de 2023 y entregaría 180 cuerpos de palestinos en su custodia.
El acuerdo también incluye la entrada de ayuda humanitaria durante el cese de hostilidades y la reubicación de las fuerzas israelíes a posiciones previamente pactadas. Además, Estados Unidos garantizaría la continuidad de las negociaciones durante el alto el fuego para alcanzar una tregua permanente. Sin embargo, medios hebreos señalaron que Israel podría retomar las operaciones militares si las conversaciones fracasan.
Amichai Chikli, ministro de la Diáspora, se sumó a las críticas contra el plan estadounidense. En un mensaje publicado en X, rechazó el enfoque gradual y abogó por una solución que libere a todos los rehenes de una vez. “No más tácticas de salami”, escribió, al tiempo que instó a las FDI a completar su misión en Gaza para forzar la rendición y desarme de Hamás. Chikli propuso negociar la liberación de todos los secuestrados a cambio de permitir que los líderes de Hamás abandonen la Franja.
Familiares de los rehenes también manifestaron su inconformidad con la propuesta. Shimon Or, tío del cautivo Avinatan Or, describió el acuerdo como “cruel e inmoral” en una entrevista con Ynet. Acusó a Netanyahu de aferrarse a la idea errónea de que es posible negociar con Hamás y alertó que, incluso con un cese de hostilidades, el grupo no liberará a todos los rehenes.
Yael Adar, madre del secuestrado Tamir Adar, expresó su preferencia por un acuerdo integral que garantice el regreso de todos los cautivos. “Los acuerdos parciales siempre generan incertidumbre sobre quién será incluido”, afirmó en una entrevista con el mismo medio.