El ministro de Justicia, Yariv Levin, impulsa una reforma para modificar el proceso de destitución del fiscal general, que se discutirá en la próxima reunión del gabinete. La iniciativa busca permitir al gobierno remover al fiscal general en casos de una ruptura grave de confianza, según su criterio.
La propuesta establece que el comité ministerial actual realizará una audiencia para evaluar los motivos del despido. Si considera que existen razones válidas, elevará su recomendación al pleno del Gobierno para su aprobación.
Un aspecto clave de la reforma introduce la posibilidad de destituir al fiscal general con una mayoría del 75% en el Gobierno. El documento señala una “crisis sin precedentes” entre el gobierno y la fiscal general, Gali Baharav-Miara, y argumenta que esta situación torna innecesario el proceso de consulta tradicional.
Las tensiones entre el gobierno y Baharav-Miara motivan esta propuesta. El gabinete expresó previamente una declaración unánime de no confianza en ella. Los defensores de la reforma sostienen que este conflicto dificulta el funcionamiento del gobierno, especialmente en un contexto de guerra y crecientes preocupaciones de seguridad, donde la coordinación entre los poderes ejecutivo y legal resulta esencial.
El texto destaca que el mecanismo actual de consulta con el comité de selección ha perdido eficacia en las circunstancias actuales. Además.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, celebró la iniciativa y afirmó: “Avanzar en el proceso de destitución de la fiscal general Gali Baharav-Miara es un paso crucial hacia el desmantelamiento del Estado profundo en Israel. Durante más de dos años, ella ha obstruido casi todas las iniciativas que he presentado en mi ministerio”.
Ben Gvir elogió a Levin por su liderazgo y añadió: “Así es como funcionan las cosas en los países democráticos: los funcionarios electos deciden la política, no los burócratas no elegidos”.