El primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de Relaciones Exteriores Gideon Sa’ar y el presidente Isaac Herzog expresaron su repudio a los actos violentos y antisemitas perpetrados contra una sinagoga y un restaurante de propiedad israelí en Melbourne durante la noche. Instaron al gobierno australiano a implementar medidas firmes para prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.
Netanyahu calificó los ataques como crímenes de odio de extrema gravedad. “Estos actos antisemitas, acompañados de consignas como ‘Muerte a las FDI’ y un intento de profanar un lugar de culto, exigen una respuesta contundente para erradicarlos desde su raíz”, afirmó en un comunicado oficial emitido en hebreo desde su oficina.
El primer ministro reafirmó el compromiso de Israel con la comunidad judía en Australia. “Nuestra nación respaldará a los judíos australianos y solicita al gobierno de Australia que adopte todas las acciones necesarias para garantizar que los responsables enfrenten la justicia y se eviten nuevos ataques”, señaló Netanyahu.
Por su parte, Sa’ar utilizó la plataforma X para manifestar su rechazo a los hechos. “Condeno con firmeza los atroces ataques antisemitas ocurridos anoche en Melbourne”, escribió, y subrayó el apoyo incondicional de Israel a la comunidad judía australiana.
El ministro de Relaciones Exteriores también criticó la recurrencia de estos incidentes. “Australia ha presenciado numerosos ataques antisemitas. Las autoridades deben intensificar sus esfuerzos para combatir esta plaga venenosa”, agregó Sa’ar en su publicación.
El presidente Herzog, en otra declaración en X, expresó su indignación por el ataque incendiario contra la sinagoga más antigua de Melbourne y el restaurante israelí. “Es inaceptable que en 2025 persistan imágenes escalofriantes de intentos de quemar vivos a judíos mientras oran, junto con agresiones a negocios judíos”, afirmó.
Herzog destacó que este no representa un caso aislado en Australia en los últimos meses. “El antisemitismo constituye una lacra para cualquier sociedad. Las autoridades australianas tienen la obligación de adoptar todas las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos judíos”, concluyó el presidente.