El partido Likud publicó una nota aclaratoria el lunes por la noche en la que se afirmaba que el primer ministro Benjamín Netanyahu “no ha desechado en absoluto la reforma judicial”.
El comunicado se publicó después de que se afirmara que durante la reunión de Netanyahu con el multimillonario Elon Musk, este dijo que la propuesta original del ministro de Justicia, Yariv Levin, para la reforma judicial era “mala” y añadió que, si no se llegaba a ningún acuerdo, solo se introducirían cambios menores en la composición del Comité de Selección Judicial.
Los representantes del Likud añadieron que “durante la reunión de Netanyahu con Elon Musk, este se refirió únicamente a la cláusula de anulación por mayoría simple, que los jefes de la coalición ya acordaron hace meses, según la cual el equilibrio con los tribunales podría lograrse de otras maneras”.
Netanyahu y Musk mantuvieron una conversación conjunta que fue retransmitida en directo y en la que hablaron, entre otras cosas, de la reforma judicial en Israel.
Musk se refirió a la manifestación contra Netanyahu frente a la fábrica de Tesla: “Como puede ver, hay protestas contra la reforma judicial y, sinceramente, muchos también se opusieron a esta entrevista. Tal vez usted podría abordar la reforma judicial”. Netanyahu respondió: “Esta es una gran oportunidad para decirle a la gente contra qué están protestando, porque creo que muchos de ellos no lo saben. Se están haciendo esfuerzos para ocultarlo”.
“Israel fue y siempre será democrático. Su carácter cambió hace tres décadas, se modificó el equilibrio y actualmente tenemos el sistema jurídico más activista del mundo. Se supone que la democracia consiste en controles y equilibrios. En Israel esto no existe, solo hay poder. Por eso ahora se pide que se restablezca el equilibrio”.
Netanyahu se refirió a la legislación original propuesta por el ministro de Justicia, Yariv Levin: “Había una propuesta, que me pareció mala, de acabar con un desequilibrio, introduciendo otro desequilibrio. Me pareció un error mover el péndulo de un lado a otro. Tengo mayoría en la Knesset para legislarlo todo, pero intento llegar a un consenso”.
Netanyahu añadió: “Si no puedo hacerlo con la otra parte, puedo hacerlo con el público. Muchos están de acuerdo con los pequeños cambios, especialmente la selección de jueces. Son buena gente, pero sustituyeron al gobierno. Deciden sobre todo, pero no han sido elegidos. Esto no es una democracia. Hay tensión entre las autoridades y esto debe resolverse en algún punto intermedio, no por los bandos extremos. Israel era una democracia y será una democracia más fuerte tras los cambios”.