Los políticos del Likud expresaron satisfacción por el regreso de Romi Gonen, Emily Damari y Doron Steinbrecher, pero reafirmaron que Israel continuará sus esfuerzos para destruir a Hamás pese al alto el fuego.
El ministro de Defensa, Israel Katz, destacó la importancia del regreso de los rehenes al señalar: “Romi, Doron y Emily han vuelto a casa. Este es un momento de esperanza para toda una nación que ahora los acoge a ellos y a sus familias en sus corazones”. Agradeció además a los miembros del sistema de seguridad por su labor.
Katz aseguró que Israel continuará trabajando para repatriar a todas las personas secuestradas: “El Estado de Israel no descansará ni se quedará en silencio hasta que todos los hombres y mujeres secuestrados regresen a casa: los que están vivos con sus familias y los que no, para ser enterrados”.
El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, expresó la emoción del pueblo al decir: “A pesar de las imágenes insoportables de los nazis y los terroristas, malditos sean sus nombres, fotografiados en Gaza, hoy todo el mundo está feliz y emocionado de ver a nuestros seres queridos en casa. Seguiremos luchando hasta que eliminemos el terrorismo y traigamos a todos a casa pronto, si Dios quiere”.
Por su parte, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset, Yuli Edelstein, reafirmó el compromiso de Israel con sus objetivos militares: “No renunciaremos a alcanzar los objetivos de la guerra y derrocar el gobierno de la organización terrorista Hamás, para que Gaza ya no represente una amenaza para Israel”.