El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo el miércoles que deseaba “empoderar” a la población drusa de Israel y prometió abordar las necesidades y preocupaciones de la comunidad.
El año pasado, la comunidad, considerada relativamente bien integrada con los israelíes judíos, expresó intensos recelos y enojo por la aprobación de una ley casi constitucional que consagró a Israel como el Estado-Nación del pueblo judío.
Los líderes drusos han criticado la legislación. Algunos han advertido sobre una posible “ruptura entre las comunidades que aumentaría el sectarismo y dañaría irreversiblemente el tejido de la sociedad israelí”.
Con motivo de la festividad drusa de Ziyarat al-Nabi Shu’ayb, Netanyahu dijo en un comunicado: “Considero que otorgar poder a la población drusa es muy importante. Hemos promulgado políticas de mayor inversión en las comunidades drusas para minimizar las brechas y aumentar la igualdad de oportunidades”.
Dijo que estaba “en sintonía con sus necesidades, sus dificultades, sus preocupaciones. Prometo abordarlas a fondo”.
Y afirmó: “Ustedes son parte de nosotros y nosotros somos parte de ustedes”.
Los drusos israelíes, que siguen a una rama del Islam chiíta de 1.000 años de antigüedad, históricamente han hecho importantes contribuciones al servicio público en el país, y muchos de ellos sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel junto con sus compatriotas judíos.
Pero muchos han expresado su decepción con la ley, diciendo que los humilló innecesariamente y disminuyó su lugar en la sociedad.
Desde su aprobación, decenas de miles de drusos se han manifestado en su contra, y varios han presentado peticiones para que sea derogada.
Los partidos en el gobierno saliente de Netanyahu recibieron un porcentaje significativamente menor de los votos en las elecciones nacionales de este mes de la mayoría de las aldeas de mayoría drusa en el norte de Israel que en las elecciones de 2015, según los resultados publicados en el sitio web del Comité Central de Elecciones.
Mientras que Netanyahu se ha reunido con grupos de líderes drusos para discutir sus preocupaciones acerca de la ley del Estado-nación, también ha seguido defendiendo la legislación.
Sostuvo que la ley era necesaria para garantizar que “Israel siga siendo no solo democrático, sino también la Nación-Estado del pueblo judío”.