El ministro de Defensa, Israel Katz, anunció la culminación de la Operación León Naciente, una campaña militar de 12 días que calificó como un hito histórico para Israel y la guerra global. Según el ministro, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lograron una victoria contundente al neutralizar las capacidades militares y nucleares de Irán.
Las FDI establecieron dominio aéreo sobre Teherán y destruyeron los sistemas de defensa antiaérea iraníes. La infraestructura nuclear del régimen quedó desactivada, las instalaciones de producción de misiles fueron aniquiladas y las plataformas de lanzamiento clave sufrieron daños severos. Además, las fuerzas israelíes eliminaron a altos funcionarios de seguridad y a científicos clave vinculados al programa nuclear iraní.
Katz afirmó que la operación frustró los planes de Irán para destruir Israel, un proyecto que, según él, el líder supremo Jamenei y sus aliados desarrollaron durante décadas. En el marco de la Operación Tornado, las FDI atacaron símbolos del poder y la represión en Teherán, lo que desencadenó la evacuación de millones de habitantes de la capital iraní.
El ministro destacó la solidez del frente interno israelí y elogió la coordinación con el primer ministro y las FDI, que formaron una fuerza unificada para asestar un golpe devastador al enemigo. Katz ordenó a las FDI diseñar una estrategia de aplicación de la ley contra Irán, con énfasis en mantener la superioridad aérea, impedir la reactivación del programa nuclear y responder con firmeza al respaldo iraní al terrorismo.
En un mensaje directo a los líderes iraníes, Katz advirtió: “La Operación León Naciente marcó el inicio de una nueva doctrina israelí. Tras el 7 de octubre, la inmunidad terminó”.