En una reciente dirección a las tropas estacionadas en el norte de Israel, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, expresó su compromiso de devolver a sus hogares a los israelíes desplazados por recientes ataques de Hezbolá.
Gallant describió el contexto actual como potencialmente precursor de un “verano caluroso”, sugiriendo así la posibilidad de una escalada en la zona.
“Hemos alejado a Hezbolá de las líneas de contacto a distancias significativas, pero esto no significa que haya desaparecido”, declaró el ministro a los reservistas de artillería de la 91ª División. Gallant subrayó la necesidad de un “proceso de acuerdo o un proceso operativo” para asegurar el retorno seguro de los residentes y la reconstrucción de las infraestructuras afectadas.
“Tenemos una potencia de fuego muy significativa, muy pesada, y nos aseguraremos de activarla si hay una necesidad y una razón”, afirmó Gallant, refiriéndose a la preparación militar de Israel para enfrentar a Hezbolá si la situación lo requiere.
Finalmente, elogió la eficacia demostrada por los soldados hasta la fecha, instándolos a prepararse para futuras misiones dada la tensión en la región. “Ahora tienes que prepararte para las próximas [misiones], y este verano podría ser un verano caluroso”, concluyó.