El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, condenó la huelga nacional convocada por familias de rehenes. Smotrich publicó en X que la huelga era una “campaña mala y dañina” y que, según él, servía a los intereses del grupo terrorista Hamás. La protesta fue convocada para oponerse a los planes del gobierno de invadir la ciudad de Gaza. Smotrich fue uno de los varios miembros de la coalición gobernante en condenar la huelga.
Smotrich afirmó que la huelga no había cumplido las expectativas generadas durante la última semana. A pesar de que una larga lista de empresas y autoridades locales la habían respaldado, según el ministro la huelga tuvo poco efecto. “La campaña no ha despegado e involucra a muy poca gente”, afirmó Smotrich. “El Estado de Israel no se queda quieto y no ataca”.
El ministro expresó su apoyo a la anexión israelí de Gaza y el establecimiento de asentamientos. Smotrich también indicó que la “gran mayoría” de los israelíes entiende que un “Estado que valora la vida no puede rendirse a sus enemigos y detener la guerra un momento antes de la destrucción de Hamás”. Por otro lado, un diputado de Likud también condenó las protestas.
El diputado del Likud Hanoch Milwidsky publicó: “Los disturbios que apoyan a Hamás están comenzando. Judíos, israelíes que están incendiando el estado en un intento de evitar la destrucción de Hamás. Hemos tenido personas así en nuestra nación a lo largo de la historia. Los hemos superado. Esta vez también lo haremos”. Las encuestas han mostrado que la mayoría de los israelíes apoya un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes restantes, en busca de poner fin a la guerra.