El jefe de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, considera que apoyar el pacto para un alto el fuego y la liberación de rehenes implica tomar una decisión especialmente difícil, aunque necesaria.
Durante un discurso ante líderes judíos en la Gran Sinagoga de Roma, Sa’ar se mostró transparente y directo, señalando que se trata de una medida complicada. Interrumpió su visita a Italia para regresar a Israel, donde el gabinete votará mañana sobre el acuerdo.
El ministro reconoció que la liberación de numerosos presos, incluidos responsables de atentados que causaron muertes de ciudadanos judíos, es una acción polémica. “No es fácil aceptar un pacto de este tipo”, afirmó, pero subrayó que los miembros del gobierno deberán respaldarlo por las circunstancias.
Sa’ar indicó que, aunque Israel logró el retorno de la mayoría de los secuestrados, todavía hay 98 personas en manos enemigas. Retrasar la decisión pondría en riesgo sus vidas, explicó, lo que obliga a tomar medidas duras y emocionalmente costosas.