David Barnea, director del Mossad, elogia al primer ministro Benjamin Netanyahu por autorizar la operación de explosión de beepers y walkie-talkies contra Hezbolá en septiembre. En la Conferencia Internacional INSS en Tel Aviv, rechaza las afirmaciones del exministro de Defensa, Yoav Gallant sobre el momento más adecuado para ejecutar el ataque.
Según Barnea, una intervención previa no habría logrado el mismo impacto. Destaca que, el 17 de septiembre, Hezbolá poseía diez veces más beepers y el doble de walkie-talkies en comparación con el inicio de la guerra.
El director del Mossad revela que la preparación de la operación comenzó más de un año antes, cuando se identificó que los walkie-talkies con trampas explosivas no serían efectivos en todas las situaciones. Ante esto, en 2022 se inició el desarrollo de los beepers modificados.
Unos 500 beepers fueron enviados al Líbano semanas antes de los ataques del 7 de octubre. La mayoría de los walkie-talkies, según Barnea, estaban almacenados en depósitos de Hezbolá cuando fueron detonados en septiembre.
Resalta que la cantidad de explosivos utilizados en todos los dispositivos era inferior a la de una mina estándar y califica la operación como un “punto de inflexión” en la lucha contra Hezbolá.