En un acto organizado por el viceministro de Sanidad, Yoav Kisch (Likud), en Ramat Gan, el primer ministro Benjamín Netanyahu hizo un llamamiento a los jefes de los partidos de derechas para que se unan a él en la construcción del “gobierno nacionalista de derechas que Israel necesita ahora”.
Netanyahu se refirió al jefe de Yamina, Naftali Bennett, al jefe del Partido de la Nueva Esperanza, Gideon Sa’ar, y al jefe del Partido Sionista Religioso, Bezalel Smotrich.
Se centró en Sa’ar más tiempo que en los demás: “El Likud es tu casa. Has crecido aquí, y serás recibido de nuevo con los brazos abiertos”.
“No es el momento de formar un gobierno de izquierdas. Únete a nosotros para establecer un gobierno estable de derechas que necesitamos para asegurar y afianzar nuestro futuro en nuestra tierra.”
Los llamamientos del Likud no se detuvieron ahí.
El partido envió a Sa’ar de una petición compuesta por las firmas de 307 personalidades públicas pertenecientes al partido Likud, desde alcaldes hasta jefes de organizaciones, en la que se pedía a Sa’ar que “¡vuelva a casa!”
“Gideon, haz lo correcto por nuestro movimiento, por nuestro país y por nuestra tierra. Vuelve a casa”.
Más tarde, el viernes, el MK del Likud, David Bitan, se unió al llamamiento de Netanyahu para que Sa’ar se uniera a un gobierno dirigido por el Likud.
“Como dijo el primer ministro, te recibiremos con los brazos abiertos, eres parte de nosotros”, tuiteó Bitan. “Hay una oportunidad real para un gobierno estable de derechas”, añadió.