El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se refirió a las reformas judiciales en una reunión el jueves por la noche. Después de reunirse con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, Netanyahu dijo que planea retrasar la reforma judicial hasta la próxima sesión de la Knéset.
Netanyahu también afirmó que tiene la intención de ser el primer ministro de todos los ciudadanos de Israel.
División interna e irreconciliable
Netanyahu enfatizó la importancia de proteger a Israel de las amenazas externas y la división interna irreconciliable. Según el primer ministro, ninguna disputa, por intensa que sea, puede amenazar el futuro de Israel.
Tanto los reformistas como los opositores no son traidores ni fascistas, y la mayoría de los israelíes aman a su país y quieren la democracia.
Pugna por la democracia
En su discurso, Netanyahu abordó las distintas posturas acerca de la democracia. Los reformistas creen que Israel no cuenta con una democracia real debido a la presencia de un tribunal todopoderoso.
Los oponentes de la reforma temen que la democracia se vea amenazada por una Knéset y un gobierno que actúan sin restricciones y sin frenos, poniendo en peligro los derechos individuales.
Legislación de reforma judicial
El primer ministro también declaró que no congelará la legislación de la reforma judicial, y que las reformas de los comités de selección judicial podrían ser aprobadas la próxima semana.
Netanyahu sugirió que podría unirse a las negociaciones sobre la reforma judicial, después de la legislación que prohíbe al fiscal general y al Tribunal Supremo declarar no apto a un primer ministro.
Mensaje de unidad
El discurso de Netanyahu concluyó con un mensaje de unidad: “Somos hermanos”. El primer ministro afirmó que los israelíes deben mantenerse unidos y trabajar juntos para proteger a Israel.