El primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció que Israel enfrenta un aislamiento económico derivado de la prolongación de la guerra en Gaza y que deberá orientarse hacia una mayor autosuficiencia.
En una conferencia organizada por el contador general del Ministerio de Finanzas en Jerusalén, Netanyahu afirmó que “Israel está en una especie de aislamiento” y consideró necesario avanzar hacia una economía autosuficiente ante el posible bloqueo de las industrias armamentísticas del país.
El jefe de gobierno explicó que Israel tendría que adaptarse a un modelo económico con características autárquicas, aunque precisó: “Es la palabra que más detesto. Soy partidario del libre mercado, pero podríamos encontrarnos en una situación en la que nuestras industrias armamentísticas se vean bloqueadas. Necesitaremos desarrollar industrias armamentísticas aquí, investigación y desarrollo y también la capacidad de producir lo que necesitamos”.
Netanyahu sostuvo que el país podría superar ese aislamiento, aunque atribuyó la cancelación de acuerdos de defensa europeos a la migración masiva de inmigrantes musulmanes en el continente, lo que, según dijo, influyó en la orientación de los gobiernos hacia posiciones contrarias a Israel.
Tras esas declaraciones, el líder opositor Yair Lapid criticó la postura oficial. “La declaración de Netanyahu de que Israel está entrando en aislamiento y necesita adaptarse a una economía de aislamiento es una locura. El aislamiento no es un decreto del destino, es el resultado de una política errónea y fallida de Netanyahu y su gobierno”, señaló. “Están convirtiendo a Israel en un país del tercer mundo y ni siquiera intentan cambiar la situación”.