El primer ministro Benjamin Netanyahu atribuye a la filtración de imágenes del presunto maltrato a un prisionero palestino en Sde Teiman un perjuicio directo para Israel. Afirma que dichas tomas “causó un enorme daño a la reputación de Israel, a las FDI y a nuestros soldados” y exige claridad institucional.
Expone el efecto del episodio. “Es quizás el ataque de relaciones públicas más grave que Israel ha experimentado desde su fundación, no puedo recordar uno tan concentrado e intenso”, continúa. Cierra con un requisito: “Esto requiere una investigación independiente e imparcial, y espero que dicha investigación se lleve a cabo”.
La defensora militar, la general de división Yifat Tomer-Yerushalmi, dejó el cargo el jueves tras reconocer la filtración de un video. El material, grabado en 2024 en Sde Teiman, mostraría a varios soldados israelíes que golpean y hieren con gravedad a un detenido de seguridad palestino.
