El primer ministro Benjamín Netanyahu enfatizó la importancia de la combinación de esfuerzos bélicos y el suministro de ayuda humanitaria en la situación actual en Gaza.
Según Netanyahu, esta estrategia es crucial para la recuperación de los rehenes israelíes. En una reciente declaración, mencionó que “la principal baza” de Israel en esta operación es su capacidad militar, complementada por la asistencia humanitaria.
Por otro lado, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, resaltó las medidas adoptadas para intensificar la presión sobre Hamás.
El 7 de octubre, instruyó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y al coordinador de actividades en los territorios, para que suspendieran el suministro de electricidad, agua y combustible a Gaza, y detuvieran la entrada de trabajadores. Gallant considera estas acciones como pasos hacia la eliminación de la responsabilidad del gobierno israelí en Gaza.
Además, Gallant afirmó que la operación terrestre, que permite y requiere ayuda humanitaria mínima, es esencial para ejercer presión militar y facilitar el retorno de los rehenes.
Respecto a la autorización de entrada de combustible en Gaza, Gallant sostuvo que Israel tiene “derecho a exigir” a Hamás que cumpla con su obligación de permitir visitas de la Cruz Roja a los rehenes o, al menos, asegurar la entrega de medicinas y otras necesidades esenciales.