Tras las críticas del vicepresidente estadounidense JD Vance hacia las votaciones preliminares de ayer en la Knéset sobre la anexión de partes de Judea y Samaria, y la publicación de una entrevista de Time en la que Trump advirtió que Israel perdería “todo el apoyo” de Estados Unidos si anexaba el territorio, la oficina del primer ministro afirmó que la votación “fue una provocación política deliberada de la oposición para sembrar discordia durante la visita de Vance a Israel”.
“Los dos proyectos de ley fueron patrocinados por miembros de la oposición de la Knéset”, señaló la PMO en un comunicado en inglés.
“El partido Likud y los partidos religiosos, principales integrantes de la coalición, no votaron a favor de estos proyectos de ley, excepto por un miembro descontento del Likud recientemente removido de la presidencia de un comité de la Knéset”, explicó el comunicado en referencia a Yuli Edelstein. “Sin el respaldo del Likud, es improbable que estos proyectos de ley avancen”.
No obstante, los partidos Otzma Yehudit y Sionismo Religioso, que forman parte de la coalición, respaldaron el proyecto de ley.
El proyecto más amplio fue presentado por Avi Maoz, diputado del partido unipersonal Noam, que perteneció a la coalición hasta principios de este año. La propuesta exigiría que Israel “aplique sus leyes y soberanía a las áreas de asentamiento en Judea y Samaria para establecer el estatus de estas áreas como parte inseparable del Estado soberano de Israel”.
